“Nos va a unir mucho lo que va a pasar”, dijo Wanda Nara el comienzo de la emisión del martes de Masterchef. Y la particularidad del día era que la cocina más famosa del país estaba decorada con imágenes como queso y dulce, Bob Esponja y Patricio Estrella o Mau y Ricky. Pero nadie entendía muy bien a qué hacían referencia. Y los participantes arriesgaron que el desafío a cumplir podía tener que ver con una consigna infantil. Pero no. “Son dúos que representan a las personas inseparables”, dijo entonces la conductora.
Luego, los concursantes descubrieron lo que contenían las bolsas rojas que tenían en cada una de sus islas de trabajo. Y encontraron sogas con ganchos y cinturones. “Van a tener que cocinar unidos con el compañero de estación”, les anunció entonces Damián Betular. Pero Donato De Santis les aclaró que cada uno debía preparar su propio plato en su estación. Y Germán Martitegui agregó que iban a estar así tanto para elaborar sus recetas como para ir al mercado.
De esta manera, las duplas amarradas fueron las de María Sol y Juan Francisco, Candelaria y Daniela y, finalmente, Aquiles y Agustín. Este último, en tanto, por tener la medalla de beneficio pudo ir solo al mercado unos minutos mientras su compañero quedaba atado al primer equipo. Pero, al momento de poner manos a la obra, todo se complicó.
La pareja que más dificultades tuvo a la hora de ponerse de acuerdo para coordinar sus movimientos fue la de Juan Francisco y María Sol. Es que ella tuvo que ir de la mesada a la heladera y a la estantería varias veces, obligando al guardavidas a perder tiempo acompañándola. Y, en un momento, el muchacho pareció haber llegado al límite de su paciencia. “Las mujeres siempre te llevan donde quieren”, comentó. Y luego dejó escapar un par de exabruptos. “Uy la conch..”, dijo mientras ella lo llevaba de un lado al otro. “¡Y qué se yo, boluda!”, exclamó cuando ella le preguntó por una base para enfriar su preparación.
“Yo ya estoy resignado”, comentó en el backstage el joven, que sabía que no iba a poder cumplir con el plato que tenía en mente. Pero María Sol también se mostró nerviosa. “Juan la conch…de tu madre”, le gritó a su compañero cuando este la tironeaba con la soga y no le permitía seguir con su plato. “Por algo soy soltero”, remarcó luego el participante. Y ella explicó: “Esta es la vida de matrimonio, pero Juan Francisco parece que se quiere divorciar”.
Una vez cumplido el tiempo, todos los concursantes tuvieron que enfrentar al jurado para la degustación. Agustín presentó Sopa verde, soga roja, una sopa fría de zucchini, manzana y jengibre con salteado de zucchinis e hinojos. Juan Francisco hizo Panzerotti italiano reloaded, unos panzerottis rellenos de jamón crudo y jamón cocido con salsa de tomate. Candelaria hizo Risotto picante, un risotto con mejillones y cebollas confitadas. Aquiles elaboró un Fish and chips con coleslaw, pescado frito con ensalada y mayonesa de curry. María Sol hizo una Tarta con curd de citricos, guanaché y garrapiñada de castaña. Y Daniela se jugó con Crumble de manzanas, con mascarpone y miel picante
Después de deliberar unos minutos, el jurado hizo pasar al balcón a Agustín, Daniela y Candelaria, quienes pasarán al miércoles de beneficios. En tanto, María Sol, Aquiles y Juan Francisco fueron directamente al jueves de última chance. Atados con la soga y en tono de broma, al finalizar el programa el guardavidas y su compañera anunciaron que iban a ir juntos a buscar la oportunidad de evitar la gana de eliminación.
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