Un integrante de la banda de “Los Monos” podría afrontar una condena a cadena perpetua luego de que la fiscal Carla Cerliani lo acusara de ser el autor intelectual del asesinato de un joven que fue novio de su expareja. Actualmente, el acusado se encuentra detenido en el penal de Ezeiza por haber participado de la planificación del homicidio de un apostador en el casino City Center de Rosario, junto al líder narco Ariel “Guille” Cantero.
El hecho ocurrió el 23 de mayo de 2019 cuando David Nahuel Amarilla de 22 años fue asesinado a balazos en la puerta de su casa. La investigación que se llevó a cabo determinó que el acusado, llamado Carlos Damián “Toro” Escobar, orquestó un plan para asesinar al joven que se dedicaba a la albañilería, a modo de venganza contra su ex novia por presuntamente haberlo engañado con el fallecido.
Los detalles del caso permitieron que la fiscal lo imputara por ser el autor detrás de un “homicidio oblicuo”, una figura legal que fue incorporada al Código Penal hace una década, para hacer referencia a los asesinatos que se cometen en perjuicio de dañar a una tercera persona. “El hecho ocurrió con la finalidad de dar muerte a David Amarilla con el propósito de causar sufrimiento a la mujer con quien había mantenido una relación de pareja”, sostuvo la funcionaria pública en el alegato que expuso en la última audiencia.
De acuerdo con la reconstrucción del hecho que proporcionó Télam, el “Toro” mandó a dos personas para que mataran a Amarilla. Según la investigación, los sicarios llegaron cerca de las 21:40 horas al domicilio de la víctima, ubicado en la calle Ameghino al 100, a bordo de una motocicleta Honda Tornado, fueron atendidos por la madre del joven y este, al acercarse a la puerta, recibió tres disparos en el pecho y el mentón.
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Luego de que los agresores se dieran a la fuga, el albañil murió tras ser internado en el hospital provincial de Rosario. Los delincuentes contratados por Escobar, por otro lado, continúan en libertad, debido a que las autoridades no pudieron identificarlos.
Sobre el hecho en sí, la fiscal solo logró determinar que el arma de fuego que utilizaron para tirotear a Amarilla se trataba de una pistola calibre 9 milímetros, ya que tuvo mayores resultados en la línea que investigaba al miembro de “Los Monos” como autor intelectual. A lo largo de la instancia judicial presentó una serie de audios telefónicos que el detenido le envió a su ex pareja en los que confesaba el homicidio.
“Al Fratacho te lo mandé para arriba. Un pobre albañil, un pobre croto”, mencionó el imputado luego de que revelara el móvil del asesinato al reprochar: “Me gorreabas con el albañil, el del fratacho. Andá a llevarle una flor al cementerio. Mándale saludos al amor de tu vida”.
La investigación pudo confirmar que la pareja seguía unida cuando el preso se encontraba alojado en la cárcel santafesina de Piñero en 2019, debido a que se encontraron registros de que la joven que fue su novia lo visitaba en el penal. Aunque no se estableció cuándo finalizó el vínculo entre ambos, la fiscal apuntó que el detenido mantenía una relación de control y acoso para con la mujer.
De acuerdo con la pesquisa, el dominio que Escobar había comenzado a ejercer sobre su ex pareja fue producto de que el criminal funcionaba como su sostén económico, puesto que le pagaba el alquiler de una vivienda y, de esta manera, la joven puedo dejar de vivir en un asentamiento. Asimismo, el delincuente le proporcionaba dinero para que pudiera subsistir, mientras él seguía encarcelado.
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