El Frente Comuneros del Sur del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que actúa en el departamento de Nariño, ha anunciado este martes su adhesión a los diálogos de paz con el Gobierno de Colombia unas semanas después de que la Delegación de Paz de la guerrilla anunciase el “congelamiento” de las conversaciones, ahora retomadas, por violar los pactos alcanzados al negociar directamente con la facción de Nariño sin tener en cuenta a la dirección central.
Tras el anuncio, el Alto Comisionado para la Paz de Colombia, Otty Patiño, ha considerado que se trata de un hecho de “altísima importancia” en favor de la paz, y ha agredecido su disposición a comenzar una serie de operaciones de desminado, lo que favorecerá “las inversiones, el desarrollo de acciones institucionales y obras en favor de las comunidades en la región”.
Asimismo, ha reconocido el “debate interno” dentro del ELN, razón por la que ha expresado que sus diferencias “se resuelvan de la manera más positiva posible”.
Patiño ha informado también sobre la creación de un equipo operativo que sirva para una acción conjunta entre las instituciones estatales y el Frente Comuneros del Sur de cara a este desminado y que funcionará bajo su supervisión.
Por su parte, la Delegación de Paz del Gobierno colombiano ha agradecido la decisión del Frente por contribuir al proceso de paz, y ha instado a la Delegación de Paz del ELN a llevar a cabo un “intercambio constructivo” al respecto, aunque hasta ahora no se ha pronunciado.
El Gobierno de Colombia se encuentra en diferentes fases de conversaciones tanto con el ELN como con la disidencia del Estado Mayor Central (EMC) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en las que ambos han prometido el cese de los secuestros y han llevado a un alivio humanitario en las comunidades más afectadas.
