La Unión de Tepito, una organización criminal que se fundó en el centro de la Ciudad de México, fue una de las que en poco tiempo comenzó a llamar la atención de la prensa nacional, debido a su desmedido crecimiento producto de sus acciones como el narcomenudeo y el cobro de derecho de piso.
En poco tiempo el grupo criminal comenzó a adquirir notoriedad, y con ello los apodos comenzaron a llegar, con fin de confundir a las autoridades, así como algunas abreviaturas que le dieron otros motes en los que involucraban hasta frutas.
Una de ellas fue ‘La Uva’, así como ‘La Unión’, ‘La U’ y hasta ‘La Empresa’, la cual por aquellos años de auge era liderada por Roberto Moyado Esparza o José Alberto Maldonado López, ‘El Betito’, quien tenía un liderazgo muy diferente al de otros.
“Cada día resultaba más complicado minimizar al cártel, cuyo nombre ‘La Unión’, ‘La U’, ‘La Uva’ o ‘La Empresa’, se fortalecía como marca registrada del hampa”, se lee en el libro del periodista Antonio Nieto, ‘Cártel Chilango’.
La organización criminal tenía fuertes conflictos con grupos nacidos para hacerles frente tales como ‘La Fuerza Anti-Unión’, así como La Unión Insurgentes, el cual fue creado por Édgar Valdez Villarreal, ‘La Barbie’, quien se encontraba recluido en el penal del Altiplano, a la espera de ser extraditado a Estados Unidos.
Así llegó ‘El Betito’ al liderazgo de La Unión Tepito
En un destacado ascenso dentro de la estructura de la Unión Tepito, Roberto Moyado Esparza, también conocido por su alias ‘El Betito’, tomó el control del reconocido grupo criminal en la Ciudad de México hacia mediados de 2015.
Este movimiento estratégico no solo consolidó su liderazgo dentro de la organización sino que también recibió la aprobación de diversas células delictivas operando en diferentes alcaldías de la metrópoli.
Tras hacerse con el liderazgo de la Unión Tepito, ‘El Betito’ implementó tácticas que fortalecerían la presencia de la organización en la capital del país.
Su habilidad para navegar dentro del complejo mundo del crimen organizado y establecer alianzas con otros grupos delictivos en la Ciudad de México marcó un antes y un después en la dinámica del poder criminal en la región.
La aceptación de su liderazgo por otras células delictivas fue clave en la expansión y el reforzamiento de las operaciones de la Unión Tepito bajo su mando, pues consiguió importantes alianzas que cambiaron su rumbo.
