El secretario de Estado Antony Blinken reiteró la oposición de Estados Unidos a una ofensiva israelí a la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, donde se han cobijado cientos de miles de palestinos, en un encuentro el miércoles con el primer ministro Benjamin Netanyahu, informó un funcionario estadounidense.
Blinken, que hace dos días ya expresó su temor por la seguridad de los civiles palestinos refugiados en esa ciudad del sur de Gaza, “reiteró la clara posición de Estados Unidos sobre Rafah”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
El jefe de la diplomacia estadounidense está en su séptima visita a la región desde que estalló la guerra en octubre, en un intento de conseguir un esquivo acuerdo entre Israel y Hamas.
Blinken y Netanyahu han celebrado una reunión privada en la Oficina del primer ministro en Jerusalén, antes de abordar un encuentro en el que participarán representantes de los gobiernos de ambos países, entre ellos ambos embajadores y ministros israelíes.
Poco antes, el secretario de Estado se reunió esta mañana en Tel Aviv con el presidente de Israel, Isaac Herzog, a quien reiteró su compromiso para lograr un acuerdo de tregua “ahora” y culpó a Hamas en caso de no conseguirlo.
“Estamos decididos a lograr un alto el fuego que lleve a los rehenes a casa, y en lograrlo ahora. Y la única razón por la que eso no se lograría sería por culpa de Hamas”, dijo Blinken, según un comunicado del portavoz del presidente israelí.
“Hay una propuesta sobre la mesa, y como hemos dicho, ni demoras ni excusas. Este es el momento”, agregó.
Además, el secretario de Estado estadounidense también quiso recordar a los gazatíes “sufriendo en este fuego cruzado provocado por Hamas”, según el comunicado, y aseguró estar trabajando para que tengan acceso a comida, medicinas, agua y refugio.
Tras reunirse con Herzog y recibir en su hotel a familiares de estadounidenses retenidos por Hamas, Blinken habló brevemente con unas docenas de manifestantes que pedían un acuerdo inmediato de liberación de rehenes en una acera frente al edificio.
Los manifestantes, que coreaban “SOS, EEUU, sólo tú puedes salvar el día” y “En Blinken confiamos, tráiganoslos a casa”, los manifestantes le instaron a transmitir sus demandas al primer ministro, Benjamin Netanyahu. Blinken tenía previsto reunirse más tarde el miércoles con Netanyahu y su gabinete de guerra.
El secretario de Estado dijo a las familias que había una propuesta muy sólida sobre la mesa y que Hamas debía aceptarla. “Esta es nuestra determinación, y no descansaremos, no pararemos hasta que ustedes se reúnan con sus seres queridos”, afirmó.
Blinken estaba en el último tramo de una gira por la región que antes le llevó a Arabia Saudita y Jordania, donde instó a Hamas a aceptar la última propuesta, que describió como “extraordinariamente generosa” por parte de Israel.
También tenía previsto visitar un puerto israelí por el que llega ayuda para Gaza, según el Departamento de Estado.
Washington ha respaldado con firmeza la guerra de Israel desde el ataque sin precedentes de Hamas del 7 de octubre contra el sur de Israel. Pero se ha mostrado cada vez más crítico con la demoledora cifra de víctimas entre los civiles de Gaza, y especialmente el plan israelí de atacar Rafah, la ciudad más meridional de Gaza y donde unos 1,5 millones de palestinos se cobijan de los combates en otros lugares, indicando que cualquier gran ofensiva allí podría suponer daños para los civiles y debe evitarse.
Netanyahu ha prometido varias veces invadir Rafah, que describe como el último bastión de Hamas, en el enclave costero y el martes aseguró que lo haría “con o sin” un acuerdo de cese el fuego.
La propuesta que se debate ahora —mediada por Estados Unidos, Egipto y Qatar— supondría liberar a docenas de rehenes a cambio de seis semanas de receso en los combates en una fase inicial, según un funcionario egipcio y medios israelíes. También se liberarían cientos de prisioneros palestinos en poder de Israel, incluidos algunos que cumplen largas condenas.
Pero sigue sin haber acuerdo sobre qué ocurriría después. Hamas ha pedido garantías de que la liberación de todos los rehenes supondría el final de la campaña israelí de casi siete meses sobre Gaza y una retirada de sus tropas del maltrecho territorio.
Israel sólo ha ofrecido una extensión de la tregua y promete reanudar su ofensiva una vez pase la primera fase del acuerdo. El tema ha obstaculizado de forma reiterada los esfuerzos de los mediadores durante las conversaciones de los últimos meses.
Aunque las conversaciones parecían ganar impulso, un funcionario egipcio dijo el miércoles que Hamas había pedido a los mediadores egipcios y cataríes que aclarasen los términos de la última propuesta, lo que podría demorar el proceso.
El funcionario, familiarizado con las negociaciones y que habló bajo condición de anonimato para comentar libremente el acuerdo, dijo que Hamas quiere unos términos claros sobre el regreso incondicional de los desplazados al norte de Gaza para garantizar que la segunda fase del acuerdo incluye comenzar la retirada gradual y completa de todas las tropas israelíes de toda la Franja de Gaza.
El funcionario dijo que el acuerdo actual no explicaba por completo quién podría regresar al norte y cómo se decidiría.
Mientras continuaban los contactos, también lo hacían los combates. Un ataque aéreo israelí golpeó una casa el martes por la noche en el centro de Rafah, una ciudad que Israel ha atacado de forma reiterada pese a las multitudes que se han cobijado allí, y mató al menos a dos niños, según autoridades hospitalarias. Los cuerpos de los niños muertos fueron llevados al hospital Abu Yousef al-Najjar. Un periodista de Associated Press vio los cuerpos en la morgue del hospital mientras los familiares lloraban las muertes.
El ejército israelí dijo el miércoles que estaba operando en el centro de Gaza, donde según dijo aviones de combate habían golpeado a milicianos, uno de los cuales estaba preparando explosivos.
La guerra entre Israel y Hamas comenzó con el ataque sin precedentes del 7 de octubre en el sur de Israel, en el que milicianos mataron a unas 1.200 personas, la mayoría civiles, y secuestraron a unas 250. Israel dice que los milicianos aún retienen a unos 100 rehenes y los restos de más de 30 ya fallecidos.
La guerra en Gaza ha matado a más de 34.000 palestinos, según funcionarios locales de salud. La guerra ha expulsado de sus hogares en torno al 80% de la población de Gaza de 2,3 millones de personas, ha causado una amplia destrucción en varias ciudades y pueblos y dejado al norte de Gaza en riesgo de hambruna.
(Con información de AFP, EFE y AP)