A través de sus redes sociales, a finales de abril de este año la estudiante de medicina y creadora de contenido Alejandra Ruiz compartió la que ha sido su experiencia más extraña en Barcelona y la “hace hervir la sangre”, según dijo.
“En donde estoy se habla el Catalán… es perfecto, me vine al único lugar de toda España en dónde no hablan español. Pero todo bien, sin regionalismos”. El asunto es que “estaba en un café, tratando de pedir y la cajera, que parecía haber nacido allí, me empezó a hablar en catalán”.
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Alejandra decidió tomarlo con gracia y, aunque se sintió apenada, le explicó que no hablaba catalán, pero lejos de tratar de mejorar la comunicación pasando al español y realizar la venta, tomó una actitud obstinada y decidió irse lanza en ristre contra Alejandra.
“Esta mujer me empieza a repetir y a repetir y a repetir en catalán. Y yo lo único que hice fue decirle que solo quería un café y que iba a pagar por él, pero necesitaba que me ayudara a tomar la orden. Entonces ella empezó a gritar, pero que gritara no hacía que le entendiera”.
Su problema, insiste, no era que no escuchara, sino que no tenía conocimientos sobre el idioma local. No lo creyó necesario pues el 95% de los habitantes de Cataluña dicen hablar bien el español, según la Plataforma per la Llengua.
La cajera “no me dejaba de gritar, entonces me retiré. Salí de ahí humillada y sin café. Fue un maravilloso primer día”, bromeó y luego se propuso: “aprenderé catálan, ni a palo me vuelve a pasar esto”.
En Medellín, ciudadanos extranjeros estarían maltratando a quienes trabajan en servicio al cliente, pero no hablan inglés
En el 2023, aproximadamente 1.2 millones de turistas eligieron a Medellín, conocida como la ciudad de la Eterna Primavera, para pasar sus vacaciones y un número considerable decidió establecer su residencia permanente en este destino por sus asequibles costos de vida y agradable clima. No obstante, uno de los mayores retos a los que se enfrentan es la dificultad con el idioma, dado que no todos los locales dominan el inglés u otros idiomas extranjeros.
Este desafío lingüístico quedó en evidencia en un incidente registrado en marzo (2024) en un supermercado del barrio El Poblado, donde una familia de extranjeros expresó su frustración debido a la falta de asistencia en su idioma. Lo que provocó una situación tensa con el personal del establecimiento.
Según datos proporcionados por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), para el año 2015, solo 1.2 de los 51 millones de habitantes en Colombia tenían la capacidad de comunicarse en inglés.
Y el incidente en el supermercado da cuenta del contraste entre las expectativas de los turistas y la realidad de los locales, quienes, incluso, llegan a verse agredidos al no lograr entablar una conversación.
La discusión escaló a tal punto que un ciudadano local intervino para recordarle a la familia extranjera que el idioma oficial de Colombia es el español, destacando la tensión cultural y lingüística que puede surgir en contextos de alta interacción turística.
“Se preguntaron: ¿Cómo es posible que en Colombia no hablen inglés?… por eso es que (los extranjeros) dicen que esto es una selva. Y me dio mucha rabia. Le dije: Sorry, but in Colombia we speak spanish (Perdón, pero en Colombia hablamos español) y él me contestó que si bien era cierto, el idioma universal es el inglés y los colombianos tienen que estar preparados para recibir a los turistas. Yo dejé ahí la vaina, pero sí me pareció que estaba fuera de lugar lo que le dijeron a la cajera”.
El ataque, que también fue ampliamente discutido en redes sociales, evidencia que situaciones como estas no son aisladas, sino que forman parte de un desafío más amplio que enfrenta a visitantes con residentes en contextos cada vez más multiculturales y multilingües.