Ciudad de Panamá, 2 may (EFE).- El Supremo de Panamá aborda este jueves, por tercer día consecutivo, y ante una gran expectación a menos de 72 horas de los comicios generales del próximo domingo, la candidatura presidencial de José Raúl Mulino, el sustituto del inhabilitado expresidente Ricardo Martinelli y líder en las encuestas, ante una demanda de inconstitucionalidad.
El pleno de nueve magistrados se constituyó el martes pasado y se declaró en sesión permanente, es decir, que discutirá hasta fallar sobre la demanda de inconstitucionalidad presentada en marzo pasado por la abogada Karisma Karamañites en contra del acuerdo del Tribunal Electoral (TE) que designó candidato presidencial a Mulino, quien era la llave a vicepresidente de Martinelli.
Martinelli, que gobernó Panamá entre 2009 y 2014, fue condenado a más de 10 años de cárcel por blanqueo, lo que lo inhabilitó para seguir como el candidato presidencial de su partido Realizando Metas (RM). Según sondeos previos a la campaña proselitista que comenzó en febrero pasado, el expresidente lideraba la intención de voto.
La expectativa es mayúscula en Panamá, donde abundan las opiniones a favor y en contra de la permanencia en la carrera electoral de Mulino, que dependiendo en la encuesta aparece como líder solitario en la intención de voto o en empate técnico con alguno de los otros aspirantes.
En general, los otros siete candidatos a la Presidencia han expresado que es demasiado tarde para sacar de la contienda a alguno de sus oponentes, sin dejar de apuntar a que errores y extralimitaciones de la autoridad electoral, así como maniobras del expresidente Martinelli, han llevado a la actual e inédita situación.
“La potestad privativa para regular un proceso electoral es del Tribunal Electoral y ya han hablado dos de sus tres magistrados, no la Corte Suprema de Justicia”, dijo el miércoles Mulino a los periodistas, al defender su opción.
El Acuerdo del TE fue aprobado con los votos afirmativos de los magistrados electorales Eduardo Valdés y Luis Guerra, pero el presidente del organismo, Alfredo Juncá, emitió un voto razonado por considerar que Mulino no debe ser candidato presidencial pues se contravienen disposiciones constitucionales.
Juncá argumentó, entre otras cosas, que el artículo 177 de la Constitución establece que con el presidente de la República será elegido, de la misma manera y por igual período un vicepresidente, y Mulino, al pasar a sustituir a Martinelli, se presenta a la elección presidencial sin un vicepresidente.
Unos 3 millones de panameños están llamados a las urnas el 5 de mayo para elegir los nuevos presidente y vicepresidente, 20 diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen), 71 diputados a la Asamblea Nacional (AN), 81 alcaldes, 701 representantes de corregimiento y 11 concejales, todos con sus suplentes, para el período constitucional del 1 de julio de 2024 al 30 de junio de 2029.
Ocho aspirantes se disputan la presidencia, de los que, según los pocos y cuestionados sondeos disponibles, tienen opción de triunfo Mulino, Rómulo Roux, por la alianza de Cambio Democrático (CD) y el Partido Panameñista (PPa); Ricardo Lombana, por el partido Movimiento Otro Camino (Moca), y el expresidente Martín Torrijos (2004-2009), por el Partido Popular (PP).