La intención es recuperar soberanía. El ex hotel Mascardi, reacondicionado en 2016 para la instalación de la escuela de guardaparques, se redujo a escombros tras el paso de la conflictiva agrupación Lafken Winkul Mapu.
Cuando se ejecutó el desalojo integral de los predios usurpados, el edificio quedó en pie aunque con graves deficiencias estructurales. Es que los integrantes de la agrupación sustrajeron materiales esenciales que fueron utilizados para armar sus casillas.
Los especialistas aconsejaron la demolición del edificio, por el inminente riesgo de derrumbes. “Sacaron hasta las columnas que garantizaban la estructura general del edificio”, dijeron. La ex fiscal federal subrogante Cándida Etchepare solicitó, en octubre de 2022, que era aconsejable la destrucción de los edificios, luego de que peritos especializados en la materia revisaran las estructuras. “Son insalvables”, manifestaron los técnicos a la funcionaria. La ex jueza Silvina Domínguez accedió al planteo y ordenó la demolición de los edificios.
El actual presidente de la Administración de Parques Nacionales, Cristian Larsen, visitó el lugar. La intención es construir un nuevo edificio para, ahora sí, albergar la escuela de guardaparques.
“Queremos recuperar la soberanía que entregó la gestión anterior” indicaron a Infobae fuentes vinculadas al organismo de conservación. La proyección no tiene plazos y, algo peor. No tiene fondos asignados. Sin embargo la administración trabaja para “garantizar los recursos y poder reconstruir el edificio”. Larsen recorrió la zona junto a la legisladora rionegrina María Laura Frei, quien lamentó el estado en el que quedó Villa Mascardi tras la irrupción del a comunidad mapuche.
“Hace unos días expusimos una serie de situaciones que ocurrían en tierras del Parque Nacional Nahuel Huapi y hubo una respuesta inmediata por parte del Gobierno nacional”, destacó Frei.
La legisladora destacó “el compromiso de las nuevas autoridades con la protección de la propiedad tanto privada como pública, con una determinación firme en la defensa de principios que han sido descuidados por administraciones anteriores”.
En este sentido, dijo que el Ejecutivo nacional tomó la decisión de ubicar la escuela de guardaparques en el sitio del antiguo hotel de Mascardi IOS.
“Es un acto simbólico de soberanía, reemplazando las ruinas del hotel vandalizado y saqueado por individuos que se autodenominan mapuches, generando violencia y tensión en la zona. Es lamentable que la soberanía haya sido puesta en juego por un grupo de agitadores respaldados por partidarios del kirchnerismo”, señaló.
El predio está ubicado frente al lago Mascardi, en un sitio privilegiado. La instalación de la escuela de guardaparques permitiría la capacitación de los aspirantes, tanto en temas teóricos como prácticos. “Es el espacio ideal
En 2016, durante la administración del ex presidente Mauricio Macri, el gobierno anunció una inversión de $ 28 millones para readecuar el edificio y albergar a los futuros guardaparques.
Sin embargo un año más tarde la agrupación mapuche se instaló en un predio lindero de seis hectáreas y desde entonces inició un avance hacia los lotes cercanos, provocando ataques vandálicos, incendios y daños irreparables.
Tiempo atrás el predio fue cedido en comodato a la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina (FOETRA) aunque el gobierno recuperó la administración del predio.
La agrupación mapuche dañó los vehículos de Parques que estaban estacionados en el lugar, destrozó las maderas decorativas del edificio y se apoderó de las chapas del techo. Así lo denuncian los vecinos de Villa Mascardi, quienes son testigos recurrentes del avance mapuche sobre el edificio.
Incluso en el patio del ex hotel había varios vehículos oficiales estacionados, los cuales fueron incendiados y destrozados. Las cubiertas que utiliza la agrupación mapuche para armar sus barricadas en la Ruta 40, cada vez que realizan alguna manifestación sobre el trazado son extraídas de los móviles que están estacionados allí y que quedaron inservibles.
El ex presidente de la Junta Vecinal del lugar, Diego Frutos, recorrió el espacio en reiteradas ocasiones. “Esto es lo que iba a ser la Escuela Nacional de Guardaparques, así han dejado los vehículos totalmente destrozados. Así estamos, así están las instalaciones”, dijo Frutos, y relató: “Vidrios rotos, puertas destrozadas, encapuchados haciendo los destrozos a los que ya nos tienen habituados”.
Antes de ser demolido, el edificio tenía inscripciones en las paredes que confirmaban el avance mapuche: “tierras robadas serán recuperadas”, sostenía uno de los grafitis.
