El examen práctico de conducir es el momento clave para cualquier persona que esté apuntada a una autoescuela. Tras haber aprobado el examen teórico, toca poner en práctica la teoría, y aquí es donde los profesores preparan a los futuros conductores. Pero a la hora de la verdad se tienen que enfrentar a la carretera, la mirada de los examinadores y otros factores que puede hacer que una persona tenga varios fallos durante la prueba. Pero, ¿sabes qué errores puedes cometer durante la prueba de la DGT?
La Dirección General de Tráfico (DGT) establece tres categorías de faltas durante el examen práctico de conducir: leves, deficientes y eliminatorias. Estos errores pueden determinar el resultado final del futuro conductor, siendo clave para la obtención del carné. La realización del test práctico está compuesta por un mínimo de 25 minutos de manejo en carreteras abiertas al tráfico, variando este tiempo según el tipo de licencia que se desee obtener.
Durante la prueba práctica se evalúan las habilidades y conocimientos adquiridos por el alumno en la autoescuela. Mantener la calma y la concentración es esencial para superar el examen, que pone a prueba la templanza y el saber hacer del conductor en situaciones reales de tráfico. La DGT resalta la importancia de considerar el examen como una oportunidad más de aprendizaje, similar a las clases prácticas previamente cursadas.
Te puede interesar: El ‘numerito’, el impuesto que debes pagar por tu coche cada año y que te saldrá muy caro si lo haces fuera de plazo
Los tipos de faltas que existen
Las faltas eliminatorias o muy graves son aquellas que implican un riesgo directo para la integridad o seguridad propia y de terceros, incluyendo la obstrucción significativa del tráfico. De tener una falta de este tipo, conllevan suspender el examen automáticamente. Algunos ejemplos son circular sin el alumbrado necesario o Exceder la velocidad máxima de la vía en más de 30 km/h. En cambio, las faltas deficientes se refieren a errores que, sin llegar a ser eliminatorios, denotan una competencia incompleta en la conducción.
Por último, las faltas leves corresponden a errores menores en el manejo de los controles del vehículo. Aquí se incluyen los errores menos graves y los que más permisividad dará el examinador. Pero precisamente por ello hay que ser especialmente cuidadoso, ya que el examen comienza desde el mismo instante en el que te sientas detrás del volante. Las faltas leves como no verificar el estado del vehículo, no ajustar los espejos retrovisores, adoptar una postura incorrecta o no usar el cinturón de seguridad, aunque menos graves, tienen una alta permisividad durante la evaluación. Sin embargo, es crucial prestarles atención, pues el examen evalúa desde gestos aparentemente simples hasta habilidades de conducción más desarrolladas.
Un candidato será calificado como “No apto” si incurre en una falta eliminatoria, dos deficientes, una deficiente y cinco leves. Sin embargo, sí que se permitirán hasta diez faltas leves durante su evaluación para conseguir el carné de conducir.