El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha afirmado este miércoles que las fuertes lluvias e inundaciones que afectan al sur de Brasil y han dejado al menos un centenar de muertos “son un recordatorio de los efectos devastadores de la crisis climática en las vidas y los medios de subsistencia”.
Guterres, a través de un comunicado de su portavoz, Stéphane Dujarric, ha reiterado “su llamamiento a una acción internacional rápida para frenar los efectos caóticos del cambio climático, mientras que ha señalado que el equipo de Naciones Unidas sobre el terreno “está dispuesto a ayudar al pueblo del Brasil
Asimismo, el jefe de la ONU ha aprovechado la ocasión para trasladar sus condolencias y solidaridad al Gobierno, al pueblo de Brasil y a los seres queridos de las víctimas, al tiempo que se ha mostrado “profundamente entristecido por las pérdidas de vidas y los daños causados”.
Las autoridades del estado de Río Grande del Sur han informado este miércoles de que se ha alcanzado la cifra de cien fallecidos por las fuertes precipitaciones que han estado cayendo desde la semana pasada y que han provocado unas inundaciones sin precedentes, de hasta cinco metros en ciudades como la capital, Porto Alegre.
La previsión meteorológica para lo que resta de semana ha puesto en estado de alerta a varios municipios ya ampliamente castigados. La pasada semana el Gobierno Federal ya decretó el estado de calamidad en todo el estado. En los últimos días, el alcalde de Porto Alegre, Sebastiao Melo, ha recomendado a los residentes de varios barrios que dejaran la zona ante el riesgo de que se produjeran nuevas subidas del nivel del agua.
