Tras muchos años de espera (para algunas ciudades más que para otras), la gira europea de Taylor Swift comenzó el pasado jueves en París, la primera parada de The Eras Tour con la que la cantante visitará Madrid los días 29 y 30 de mayo (y que culminará en Londres el 20 de agosto). La expectación era máxima, sobre todo porque, desde que la última vez que la artista se subió al escenario, su discografía sufrió una ligera modificación con el lanzamiento de The Tortured Poets Department, un undécimo álbum que combina sentimientos como la manía, la depresión o el desamor que acompaña a gran parte de su composición.
La demanda para asistir a sus conciertos fue desmedida (había que recibir un código de preventa completamente aleatorio para poder acceder a la venta de entradas). Días antes de algunas de sus paradas más notorias, los swifties siguen probando suerte. Nunca es tarde si la dicha es ver a tu artista favorita en uno de los shows más importantes de su carrera. Lo propio han debido pensar los estadounidenses, que han viajado en masa a París, la primera para del tour, para asistir a The Eras Tour. Según ha informado Rolling Stone, un 25 por ciento de ciudadanos estadounidenses han viajado a la capital francesa para ver a su artista predilecta, lo que supone un estadio lleno teniendo en cuenta que actuará cuatro noches seguidas en el Paris La Defénse Arena. El musical Un americano en París, una de las películas más notorias de la filmografía de Vincente Minnelli, se ha convertido en una versión centennial y swiftie.
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Según han contado varios asistentes, los precios de las entradas para los conciertos europeos eran mucho más asequibles en comparación con los de la gira en Estados Unidos. Tal y como ha informado Billboard, el origen de esta distinción de precios se atribuye a las actitudes más críticas de los consumidores europeos hacia la reventa de entradas, así como a un marco regulatorio más estricto que favorece tanto a artistas como a consumidores al combatir la venta ilegal de entradas. Sam Shemtob, director del Face-value European Alliance for Ticketing (FEAT), resalta que “en países como Francia, Alemania y Países Bajos, las leyes restringen el sobreprecio de las entradas en sitios de reventa a un 20 por ciento sobre su precio original”. Estas leyes no sólo cambian el comportamiento del consumidor, también “ponen el fundamento para una experiencia de compra de entradas más justa y transparente para los consumidores”.
Mayor reclamo que los Juegos Olímpicos
Taylor Swift tiene una clara idea de cómo revolucionar Europa este verano. Hay madrileños yendo a Lisboa, portugueses visitando Londres y británicos en Alemania. La demanda de entradas que generó en un continente que no suele visitar con tanta frecuencia ha llevado a sus seguidores a hacer todo tipo de artimañas para conseguir una entrada a toda costa.
No es de extrañar, pues, que The Eras Tour haya tenido más reclamo en París que los Juegos Olímpicos que se van a celebrar en la capital gala en las próximas semanas. Los conciertos de la cantante han atraído a cinco veces más estadounidenses que el evento deportivo, según datos de la agencia de viajes de lujo Embark Beyond, con sede en Nueva York. “Nunca lo habría imaginado”, afirmó Jack Ezon, cofundador de Embark. “Mira lo que Taylor hizo con la Super Bowl. Ahora está eclipsando los Juegos Olímpicos”. El apetito por asistir a la gira del momento se produce en medio de una demanda menor de la esperada para el evento deportivo del año.
Ezon explicó que, entre los más de 200 viajes que su empresa ha organizado para los swifties estadounidenses (con una fórmula madre-hija muy repetida en sus peticiones), la duración media es de tres noches y los clientes suelen alojarse en hoteles de lujo como el Plaza Athénée, el Hôtel de Crillon y Le Bristol.
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