El Partido Socialista Catalán (PSC) logra la victoria en las elecciones autonómicas. Con el 99% escrutado, la campaña de Salvador Illa consigue amasar 42 escaños, si bien no alcanza la mayoría absoluta (68) en el Parlament. El candidato a la presidencia de la Generalitat llegaba tras el cierre de los colegios al Casal Socialista “esperanzado” y con “buenas sensaciones”, que se ha traducido en una clara victoria. “Hoy se abrirá una nueva etapa en Cataluña para unir y servir a los catalanes”, expresaba el primer secretario del PSC. Sin embargo, se quedan a gran distancia del gobierno en solitario. Las esperanzas quedan puestas en un supuesto tripartito que uniría los votos de Esquerra Republicana (ERC), con 20 escaños, y Communs Sumar, que la conseguido 6 asientos.
La llave del posible gobierno ha dependido de un escaño, que durante los últimos momentos del escrutinio ha ido bailando entre Junts per Catalunya y el PSC. De quedarse con la formación catalanista, se aventuraba una situación de bloqueo en la comunidad. De decantarse por el partido socialista, todo parecía apuntar a una coalición de izquierdas para el ejecutivo. Finalmente, la candidatura de Illa agrandaba la ventaja sobre Junts en la provincia de Lleida. El PSC ha logrado la mayoría en Barcelona y Tarragona, mientras que Junts se ha quedado con Lleida y Girona.
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Las encuestas ya apuntaban la victoria de Illa durante la campaña. El CIS daba a Illa entre un 29,8% y un 33,2% del voto de este domingo, mientras 40dB apuntaba que los socialistas llegaban a los 40 escaños, siete más de los actuales. Junts y ERC ocupaban la segunda y tercera posición, con 36 y 26 escaños respectivamente. Los últimos sondeos a pie de urna no se desviaban demasiado: para el PSC daban hasta 41 escaños, mientras que Junts y ERC obtenían, como máximo, 36 y 27 escaños.
Al fin del escrutinio, Illa superaba las expectativas y lograba los 42 escaños, mientras que la candidatura de Aragonès se alejaba seis escaños de las predicciones.
El independentismo pierde 20 escaños
En los primeros momentos del escrutinio, la portavoz de Esquerra Republicana, Raquel Sans, ya auguraba que no sería “una buena noche” por la “entrada de la extrema derecha en dos formaciones”, en referencia a Vox y Aliança Catalana. El escrutinio le ha dado la razón: la ultraderecha sube y ellos bajan. El actual president perdía 13 escaños respecto a lo obtenido en 2021.
También se mostraba preocupada la candidata de la CUP, Laia Estrada, debido a “la baja participación” (alrededor del 58%) y “la incidencia de Renfe”, que podría haber provocado “dificultades o incluso impedimentos para ir a votar”, según la candidata Laia Estrada. Desde la sede electoral de Junts, en Argelès-sur-Mer (Francia), ignoraban los sondeos a pie de urna. El director de campaña, Albert Batet, afirmaba que “la mejor encuesta es el escrutinio” y vaticinaban que el CIS se volvería a equivocar.
Pero al final del recuento, las fuerzas independentistas no alcanzaban los 68 escaños necesarios para gobernar. Si bien la candidatura del expresident conseguía adelantar a Esquerra, su principal rival en el nacionalismo catalán, y aumentaba en cuatro escaños su presencia en el Parlament hasta los 35 asientos, el incremento no ha sido suficiente. ERC bajaba hasta los 20 escaños, trece menos que en los comicios de 2021, mientras que la CUP apenas superaba el 3% necesario para la representación parlamentaria, y terminaba con cuatro diputados. En total, este tripartito alcanzaría los 60 escaños y se quedaría a 8 de la mayoría.
La gran subida de las derechas
POLITICA
Lorena Sopêna – Europa Press
(Lorena Sopêna – Europa Press/)
Aun con la victoria socialista, el claro resultado de la noche es la subida de las fuerzas de derecha. El candidato popular, Alejandro Fernández, llegaba a la sede del partido con “sensaciones muy buenas”, sin compartir más comentarios con la prensa. Los populares son los que han experimentado el incremento más fuerte: si en el 2021 se quedaron únicamente con 3 escaños y pasaron al grupo mixto, tras los resultados de este domingo logra los 15 asientos, un aumento de doce.
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La candidatura de Ignacio Garriga ha hecho ganar a Vox un asiento más en el Parlament hasta los 11, manteniendo los presagios de un “gran resultado” que realizaba el partido al cierre de las urnas. Igualmente, puede verse ese “mal resultado” para España, si se confirmaba la posibilidad de un gobierno de izquierdas y fuerzas independentistas. Ante todo, Abascal tenía sensaciones “realmente positivas” al cierre de las urnas.
Aliança Catalana ha conseguido entrar en el parlamento catalán con dos escaños. En sus primeros comicios, la candidatura xenófoba y de ultraderecha de Sílvia Orriols ha amasado un 3,8% del voto.
