Muchas culturas prehispánicas de América se caracterizaron por su manejo de los metales preciosos. Por mucho tiempo, se pensó que esta práctica solo correspondía a las sociedades con un considerable nivel de desarrollo tecnológico, principalmente aquellas que dominaban la agricultura. Sin embargo, el hallazgo de un collar de oro de 4.000 años de antigüedad en el sur del Perú sorprendió a los expertos.
En 2008, un equipo de investigadores dirigidos por el antropólogo Mark Aldenderfer, de la Universidad de Arizona, dio a conocer el descubrimiento en un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences de Estados Unidos.
Se trata del objeto de oro más antiguo de América.
Un collar milenario
El collar, formado por nueve cuentas cilíndricas, fue encontrado junto al cráneo de una persona adulta en una tumba que el equipo exhumó en el yacimiento arqueológico Jiskairumoko, cerca del lago Titicaca, en el departamento de Puno.
El hallazgo ocurrió mucho antes de que se diera a conocer al mundo, pero los investigadores lo mantuvieron en secreto por dos razones principales: determinar su edad y analizar químicamente el oro; y evitar que los ladrones se acercaran al lugar.
Las pruebas de carbono 14 determinaron que el collar fue elaborado alrededor del 2100 antes de Cristo. Asimismo, constataron que las cuentas se hicieron con oro local, el cual fue golpeado para aplanarlo y luego enrollado. Luego fueron ensartadas en un cordel de lana.
“Finalizamos nuestras excavaciones en 2004. Y el lugar fue arado después por los habitantes del lugar, que simplemente volvieron a usarlo para la agricultura. Así que no estamos preocupados por saqueos”, dijo Aldenderfer.
Aldea de cazadores-recolectores
Los investigadores indicaron que el hallazgo era sorprendente porque los habitantes de Joskairumoko (3300 – 1500 a. C.) eran cazadores-recolectores que estaban en las etapas iniciales de agricultura.
“Mucha gente ha argumentado que el oro y el oro trabajado como éste deberían encontrarse sólo en las sociedades asentadas en aldeas agrícolas con excedentes de producción y, de hecho, incluso en sociedades más complejas”, explicó el autor principal del estudio.
Anteriormente se habían encontrado artefactos de oro en lugares donde se establecieron culturas caracterizadas por una sociedad clasista y una economía basada en redes de comercio.
En dichas sociedades, el oro era utilizado para demostrar un elevado estatus social y económico, características que solían estar vinculadas con la nobleza.
Sin embargo, el descubrimiento en Joskairumoko demostró que el uso del oro en los Andes para distinguir a una persona importante comenzó mucho antes de la aparición de sociedades complejas.
Por tanto, según los autores, este collar de 4.000 años “es la primera muestra de la práctica de metalurgia en los Andes y del surgimiento del papel social del oro más allá de la simple decoración”.