Que el arte pueda acompañar a la educación permite a los estudiantes conocer un mundo más allá de solo un ámbito técnico de la escuela, al mismo tiempo que conecta el desarrollo educativo con el sensorial y el emocional.
Para hablar sobre el tema, Verónica Torassa, quien es presidenta de la asociación Azul Solidario, e Inés Sanguinetti, que es dirigente del programa Entornos Creativos, asistieron al auditorio de Ticmas dentro de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Ambas cofundaron la fundación Crear vale la pena, donde explorar el arte y las emociones con jóvenes argentinos.
En la charla, que estuvo moderada por Patricio Zunini, se habló sobre la potencia que tiene enseñar o generar entornos de educación a partir del arte.
Así inicia “Crear vale la pena”
Verónica Torassa contó que si bien el vínculo con Inés Sanguinetti inició hace 10 años, y que en este tiempo ya habían trabajado juntas sobre todo con docentes de nivel secundario, este año se juntaron para responder ante los problemas de salud mental que se han presentado en Latinoamérica y el resto del mundo (los cuales han afectado especialmente a jóvenes) y que tienen que ver con estados de tristeza, ansiedad, depresión y otras cuestiones.
“Desde Azul Solidario siempre hemos tenido una mirada muy preventiva de la salud, nos pareció que nuevamente Inés y su equipo podían ser muy positivos para poder dar espacio y voz a los jóvenes, en este caso de 16 a 24 años. A través de este programa de investigación que se llama ‘Hola’ y los talleres eran ‘Tallola’, estuvieron en Azul Solidario durante una semana y visitaron siete escuelas secundarias y tres institutos de enseñanza superior del profesorado. Fue algo maravilloso. Así que bueno, venimos a contar esto con la idea de pensar en la réplica y en mostrar como pensamos las dos organizaciones, que la mayoría de los problemas que tenemos todos en las comunidades es muy bueno encararlos desde la comunidad. En nuestro caso en Azul Solidario contamos con el apoyo y el acompañamiento del sector educativo y del sector salud de la mano ambos acompañaron esta propuesta y creemos que están muy contentos con lo que sucedió”, explicó la especialista.
Por su parte, Inés Sanguinetti abrazó que existan espacios como el que Ticmas habilitó en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, donde pueden converger agentes transformadores de cambio que de distintas maneras “abrazan” la necesidad de aprendizajes efectivos ligados al bienestar físico y emocional desde la innovación educativa, la cual también incluye la salud mental en su agenda. En ese sentido, recalcó también el aprendizaje colaborativo y la importancia de hacer comunidad.
“No hay soluciones ni respuestas a cosas que no planteen enigmas y problemas. Entonces está el mundo que dice ‘está todo bien’ y está el mundo que dice ‘estamos llenos de problemas’. Somos mediadores, creativos y artísticos para encontrarle solución o agenciamientos hacia la solución a este problema que es cómo se construye las ganas de aprender, uno; dos, cómo se logra que el aula no sea un espacio de lucha, de competencia, de violencia, de bullying y se convierta en un espacio de aprendizaje colaborativo. Es decir, que lo que estamos haciendo es cuerpo, emoción y aprendizaje colaborativo”, indicó y finalizó esa primera intervención hablando sobre que el llamado desde Azul Solidario porque se suicidaron muchas personas dentro de la fundación.
Sanguinetti remarcó el punto anterior con la información que la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene en su página principal en la que señala que la ansiedad y la depresión son la mayor causa de enfermedades asociadas y discapacidad en el mundo. Apuntó que la gravedad de las cifras llevó a que ahora mismo se esté investigando para saber cómo es que jóvenes de condición vulnerable en Latinoamérica sanan sin fármacos y sin tratamientos formales en salud mental.
Verónica Torassa recalcó el valor del trabajo colaborativo entre Crear vale la pena y Azul Solidario, junto con los padres y docentes, para atender una problemática tan importante como la salud mental, ya que dijo que el tema necesita ser atendido desde diversos puntos y generando una coproducción de atención y espacio a los jóvenes.
“Nos invadió la emoción porque el trabajo consistía no solamente en rondas lúdicas, sino después en una obra de teatro donde traía precisamente la problemática del bullying, del no respeto, de no valorar a una de las alumnas que estaba pasando con alguna dificultad y lo que a mí me impactó el silencio de más de 100 y pico de chicos que no volaba una mosca, pero un silencio que hablaba, un silencio que decía ‘qué bueno que estemos pudiendo ver estos problemas’ y que de ellos mismos salió la solución porque es así de importante el acercarse al otro cuando uno lo ve un poco triste o lo ve angustiado y que son las cosas que siempre decimos ‘que lo arregle otro, no es mi problema’, pero en realidad es problema de todos”.
Atender y escuchar a los jóvenes
Más allá de “cachar” o “pescar” el espíritu de colaboración y trabajo en equipo, Torassa apuntó que se trata de tener la disposición para atender y escuchar a las personas. Dijo que en Azul Solidario, si bien no es un equipo grande el que se integra, hay detrás ese compromiso con mirar atentament al otro. Además, comentó que se miran a sí mismos como Ciudad de Quijotes, para hacer lo propio del personaje cervantino y luchar contra las adversidades que son de distintos tipos y permanentes.
“Esta actitud resiliente y de saber que no se hace de a uno, que si no se hace de a muchos. Eso es lo que anima nuestra agrupación y en el caso de Crear Vale la Pena es exactamente igual. Hay un porcentaje muy importante de nuestro trabajo en lo que es la generosidad y la generosidad en la escucha, porque generalmente uno escucha lo que quiere escuchar y no es bueno o fácil escuchar lo que no es muy bueno, pero hay que hacer un ejercicio de eso y lo importante, y lo quiero recalcar, que cuando con Silvina Larraburu, -que es una de las integrantes de nuestra agrupación, pero ha sido inspectora ahora jubilada del nivel secundario- fuimos las dos a visitar a las autoridades educativas, así como las dos fuimos a visitar a las autoridades de salud del municipio y hemos tenido una recepción tan buena porque vamos con el corazón abierto y con las ganas de hacer y nada más y nada menos que ofreciendo un nivel de intervención, de crear vale la pena, que es realmente destacable”, explicó Verónica Torassa.
Inés Sanguinetti subrayó la importancia de utilizar herramientas artísticas en la educación para afrontar los desafíos actuales del sistema educativo en Latinoamérica. Sanguinetti explicó que, a pesar de que las teorías pedagógicas y didácticas están ampliamente documentadas, los cambios necesarios en el sistema educativo aún no se han realizado. Señaló que, aunque existen líderes en la transformación educativa global, en Latinoamérica también hay figuras notables como Paulo Freire. Sin embargo, afirmó que el problema radica en que los profesores se forman con estas herramientas que tienen tiempo sin actualizarse, pero el sistema educativo sigue sin modificarse.
La especialista también discutió cómo en el pasado, el estudio era un medio para garantizar un futuro laboral y una inclusión en la sociedad, pero actualmente eso es algo que no siempre puede cumplirse, por lo que los estudiantes pierden parte de la motiviación por la cual “estudiar es bueno”.
En ambos sentidos, con Crear Vale la Pena se trabaja en proporcionar a los docentes herramientas simples y accesibles desde el mundo del arte para mejorar las metodologías didácticas. La fundación ofrece estas herramientas a aproximadamente 2 mil docentes al año, para que puedan generar un clima de convivencia y lidiar con temas como la violencia en las aulas sin necesidad de ser artistas profesionales.
Para aclarar cómo funcionan estas herramientas, Sanguinetti explicó que todos tienen la capacidad de ser creadores, no solo los artistas profesionales. Al involucrar al cuerpo en actividades artísticas, se promueve lo que se denomina pensamiento somático, lo cual facilita el aprendizaje efectivo. Esta metodología, apoyada por las neurociencias, destaca la importancia de la colaboración en el aprendizaje y el bienestar emocional.
Inés Sanguinetti también comentó sobre el papel de la inteligencia artificial (IA) en la educación, señalando que, aunque es una herramienta útil, no puede reemplazar la motivación, la introspección personal ni la colaboración entre las personas. Al mismo tiempo, enfatizó la necesidad de entender que la creación, junto con el bienestar, son componentes esenciales en un aprendizaje efectivo, y que la transmisión de la cultura a través del cuerpo y la emoción sigue siendo una práctica fundamental.
Educación y trabajo
Sobre cómo es que este proyecto hace para potenciar la educación vinculada al trabajo, asi como para evitar que abandonen en zonas de ruralidad, donde también tienen un contexto tan complejo, las especialistas comentaron que si bien no interfieren directamente, proveen de oportunidaes que permiten a los jóvenes arraigarse al campo y al mismo tiempo tener esa vinculación con el trabajo.
“Entendemos que esos futuros profesores o futuros maestros ya es bueno que tengan otra manera de acercarse a los chicos y acercarles estas herramientas que presenta Crear vale la pena; que hasta generosamente se hace online, que lo van a hacer y les da esa oportunidad, y en forma gratuita, porque eso también hay que señalar esta generosidad de poder brindar esa oportunidad.”, apuntó Verónica Torassa.
Rol del docente como agente de cambio
Sanguinetti se remontó a la historia de cómo inició Entornos Creativos en el barrio de La Cava, donde se conectó con un grupo pequeño de jóvenes que lo que hacían era apoyar a las familias de jóvenes que estaban en situación de cárcel, de pérdida de su libertad o vinculados con adicciones graves.
“Y ellos nos dijeron nosotros queremos que vos nos ayudes. Y yo dije ¿cómo los voy a ayudar como coreógrafo? O sea, ni idea. Bueno. Ahí empezamos un proceso que terminó en esto, que es Crear vale la pena; tres centros culturales barriales con una puerta abierta en donde siempre había una clase de circo, de danza, de teatro, un mate, una conversación. Eso sucedió durante muchos años. Entonces teníamos en cada centro 300 alumnos. Se convirtieron en artistas muchos. (…) La transformación fue real y vimos que teníamos un tesoro demasiado importante para que este en tres centros culturales. Entonces lo que hicimos fue convertir esa manera de enseñar y empoderar un proyecto de vida en una metodología y didáctica que se llama Entornos creativos, que se llama así porque fue bautizado por una gran educadora argentina que murió lamentablemente el año pasado, que se llama Inés Aguerrondo”, contó Inés.
Y prosiguió: “nosotros no somos gente que vamos después de que se acabó el horario de clase, sino que estamos trabajando esto con los ministerios de Educación provinciales o las secretarías de Educación locales para que el corazón del aprendizaje tenga que ver con la creatividad y el bienestar. (…) Te voy a decir eso es lo más hermoso de todo. Ahora no tenemos más tres centros. Los centros ahora están administrados por las personas que formamos. Entonces hay un centro que está en Boulogne que lo que se llama Engranajes. Entonces Olga González, que fue nuestra alumna, dirige un espacio como el que nosotros teníamos, Romina Sosa, en nuestra sede, trabaja lo que antes hacíamos en La Cava y nosotros podemos entonces dedicarnos a trabajar con 2 mil docentes, trabajadores de la salud y artistas comunitarios en todo el país y sobre todo 120 mil jóvenes, que son aquellos a los que llevamos nuestras obras de teatro para prevenir el consumo de alcohol y para trabajar los temas de ansiedad y depresión. Y cada intervención que hacemos es muy fuerte. Cada intervención que hacemos eh Hacemos una escritura colaborativa hecha por los jóvenes”.
Impacto personal de Azul Solidario y Crear vale la pena
En el final de la plática, ambas consideraron que su trabajo dentro de las organizaciones las ha cambiado y ha tenido un gran impacto en sus vidas, por lo cual se sienten agradecidas.
“A mí solamente me lleva desde muy joven el profundo agradecimiento de haber tenido muchas oportunidades. Entonces siempre me ha movido y me sigue moviendo, hacer las cosas en agradecimiento y en compensar todo lo que uno ha tenido, poder lograr que otros también dar esas oportunidades. Ese es el motivo y el resultado es que cada día tengo más ganas de vivir un poquito más. Ya soy septuagenaria, pero decía ya si por algo quiero seguir viviendo es para seguir brindando servicio a los demás”, dijo Verónica Torassa.
Por su parte, Inés Sanguinetti dijo que si bien hace 15 años habría pensado de forma muy similar a lo que dijo Torassa, ahora tiene una visión distinta de lo que es ser resiliente y valiente ante las dificultades.
“La verdad es que descubrí en Crear vale la pena y aprendí que la vulnerabilidad y la adversidad son las circunstancias de la vida y que. Y que vivimos solamente en medio de esta circunstancia tan dramática que es que vamos a morir y que empezamos a morir cada vez que nacemos y que cada vez que nacemos dejamos de morir. Entonces creo que fue la Winnicott que dijo que la muerte me encuentre viva. Entonces yo aprendo, aprendí. Es como si yo ayudando a acompañar historias muy duras en crear, me estaba preparando para la mía, para tener herramientas, para poder. Y la verdad es que además la ambición me lleva, porque cuando eres coreógrafa, como fui yo y fui una bailarina que trabajó con personas talentosísimas en la Argentina, hice cosas maravillosas, pero a nadie le importa absolutamente nada de la danza contemporánea”, dijo Sanguinetti.
“Me sumo, por supuesto, a lo que dice Inés. Pero yo digo que de lo único, de lo único que estamos seguros es de que vamos a terminar nuestra vida. Y es para lo único que no nos preparamos. Y no hay mejor cosa que prepararse para un final que es cierto, permitiendo que otros puedan realmente ser resilientes y aprender de esa resiliencia, de esa capacidad de superación, uno aprende un montón. No hay nada imposible, Todo es posible cuando hay un poquito de cabeza, corazón y acción. Las tres cosas”, cerró la mesa de diálogo Verónica Torassa.