Logroño, 17 may (EFE).- El Logroño La Rioja se despide mañana de sus aficionados con el objetivo de sumar un triunfo que le asegure ser, como mínimo, cuarto de la Liga Asobal ante un Sinfín ya descendido, aunque los riojanos quieren obviar ese dato y no se fían de que el equipo cántabro no sea competitivo mañana.
El Logroño rompió en la última jornada la racha truunfal de dos meses que le había llevado a aspirar a la tercera plaza, con lo que ahora depende de que el Granollers pierda; por eso, su principal objetivo ahora es asegurar la cuarta posición sin esperar a la última jornada, en la que visitarán la siempre difícil pista del Ademar.
De este modo, el equipo de Miguel Ángel Velasco se ha conjurado para este partido “como si fuersa una final, porque, en realidad, para nosotros lo es”, ha subrayado el preparador de los riojanos, consciente de que si no gana mañana, su equipo podría verse con solo dos puntos de ventaja sobre el Ademar.
“Queremos ir allí sin presión y eso pasa por ganar mañana” frente a un equipo “que no tiene ninguna presión, y eso les beneficia” y que “aunque haya descendido, ha evolucionado en su juego y ha sido capaz de apretar mucho a diferentes rivales”, dijo.
En este sentido, el preparador del Logroño avisa de que “si no estamos a nuestro nivel, se nos puede complicar el partido” y “a veces se nos ha dado mal jugar con rivales que parecen estar por debajo de nosotros, porque eso no es real y si no lo hacemos bien somos nosotros los que nos podemos poner nerviosos”.
El Palacio de los Deportes de La Rioja vivirá mañana una jornada inédita, dado que prácticamente desde que está en Asobal dedica su último partido en casa a despedir a varios de sus jugadores, muchas veces hasta media plantilla, pero en esta ocasión será a solo tres de sus componentes.
El adiós más emotivo será el de Eduardo Cadarso, el mejor jugador riojano de los últimos años, que deja su ciudad para disputar la liga francesa.
Los otros dos adioses serán los de Eduardo Ortiz (que está lesionado y no jugará) y Juan Palominol, que, tras dos años en Logroño, regresará al club en el que se formó, el Barcelona.
EFE
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