Un grave caso de violación de derechos humanos se habría presentado en una cárcel de Antioquia, tras conocerse el estado en el que murió una persona privada de la libertad.
Los hechos habrían ocurrido en la cárcel El Pesebre, ubicada en el municipio de Puerto Triunfo (Antioquia), centro penitenciario donde ya se han presentado denuncias por el estado en que proporcionan los alimentos a los reclusos.
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De acuerdo con el defensor de derechos humanos de esta población en Antioquia que atendió la denuncia, Jorge Carmona, el preso afectado fue identificado como Stiven Amaya, y había sido trasladado de urgencia a un centro médico, debido a su avanzado estado desnutrición, lo que, presuntamente, habría provocado afectaciones en su salud hasta la muerte.
El preso se encontraba recluido en el patio cuatro del mencionado centro penitenciario desde hacía cinco meses. Se conoció que el fallecido había sido trasladado desde la cárcel El Pedregal (Medellín), sin embargo, se desconocen los delitos por los que purgaba una pena que finalmente lo condujo a una muerte lenta.
Según indicó Carmona, el preso había pedido en reiteradas ocasiones atención médica debido a sus quebrantos de salud, pero su solicitud no habría sido atendida por ningún funcionario del penal. Además, reiteró que con Amaya, sería cinco los privados de la libertad que mueren en lo corrido de 2024.
Situación crítica en cárcel El Pesebre
De acuerdo con lo denunciado por el defensor de derechos humanos, una de las principales falencias que presenta el mencionado establecimiento penitenciario es la falta de suministro de agua potable, lo que representaría un riesgo para quienes la consumen.
“Es la única cárcel en todo Colombia, de 138 establecimientos, donde no tienen agua potable y eso se convierte en una vulneración grandísima a los derechos humanos porque el agua es un esencial para la vida, pero también hay una falta de gobernabilidad”, declaró Carmona, a través de un comunicado.
Adicionalmente, también se han presentado denuncias por la presencia de tuberculosis y las deficientes medidas para tratar esta enfermedad infecciosa, esto, debido a que el hacinamiento y falta de medicamentos no permiten el correcto tratamiento del virus. A esto se suma que, según familiares de los reclusos, estos recibirían alimentos en avanzado estado de descomposición. En una de sus visitas, Carmona había reportado que 80 presos de dicho centro penitenciario se encontraban desnutridos.
Esta no sería la única cárcel en Antioquia que presenta serias problemáticas de hacinamiento y salubridad, pues, según el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, el hacinamiento en dichos lugares ya supera el 50%, por lo que hizo un llamado al Gobierno local y nacional para que le dé manejo a esta crisis:
“El llamado que hacemos a las autoridades, tanto del orden nacional, esa que efectivamente sumemos esfuerzos que nos permitan tener en condiciones dignas a la población privada de la libertad teniendo en cuenta que ellos también son seres humanos y como seres humanos también deben estar protegidos y se les debe garantizar el principio de la dignidad”, indicó el funcionario.
Tras su visita, Camargo agregó que la Corte Constitucional ya está al tanto de la situación: “En febrero de este año, con base en nuestras visitas defensoriales, remitimos a la Corte Constitucional un informe sobre los hallazgos en el establecimiento carcelario de Pedregal, entre ellos, la ausencia de la interventoría y supervisión en la ejecución del contrato de alimentos, en el que se evidencia cómo la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios no había adelantado acciones efectivas de control para garantizar la prestación del servicio”.
Ante las alarmas de la Defensoría del Pueblo, el gobernador Andrés Julián Rendón anunció la construcción de tres cárceles en el departamento para apoyar a la fuerza pública y enfrentar el hacinamiento en centros de reclusión, sin especificar las regiones donde estarán ubicadas. Sin embargo, frente a estos proyectos hay incertidumbre, teniendo en cuenta el fracaso de las obras de una megacárcel en Yarumal impulsado por Luis Pérez Gutiérrez, que habría terminado en un vergonzoso elefante blanco, según puntualizó El Colombiano.