El portavoz adjunto del secretario general de la ONU, Farhan Haq, ha celebrado este viernes el desembarco de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza por primera vez a través del muelle flotante instalado por Estados Unidos, y ha asegurado que será el Programa Mundial de Alimentos (PMA) quien gestionará la recepción y el envío de dicha ayuda.
“Naciones Unidas acoge con satisfacción cualquier esfuerzo encaminado a garantizar que la ayuda humanitaria llegue a Gaza. Por ello, agradecemos a Estados Unidos, así como a Chipre, con el apoyo de otros Estados miembros, el mantenimiento del corredor marítimo como ruta adicional para la ayuda a Gaza”, ha manifestado el portavoz en alusión a este “esfuerzo multinacional”.
“Hemos acordado prestar apoyo para recibir y organizar el envío de ayuda, siempre que respete la neutralidad e independencia de nuestras operaciones. Por lo tanto, estamos procediendo en ese entendimiento, y vamos a ver cómo funciona”, ha señalado.
En una rueda de prensa, preguntado por la participación de las Fuerzas de Defensa de Israel en la gestión de la ayuda, el representante de la ONU ha asegurado que será el Programa Mundial de Alimentos quien “facilitará el flujo de ayuda humanitaria procedente del dique flotante” y ha detallado sus responsabilidades: “la coordinación de la llegada de camiones vacíos, su registro, la supervisión de la carga y la transferencia de los productos básicos que llegan a través del dique a los camiones, el envío a los almacenes de toda Gaza y la entrega de los suministros a los socios humanitarios”.
En cualquier caso, el portavoz ha recordado que el corredor marítimo “no pretende sustituir a ningún paso fronterizo”, sino que debe “complementar los pasos terrestres de Rafá, Kerem Salem y Erez”. En este sentido, Farhan Haq ha alertado del continuo aumento de desplazados, especialmente de Rafá, de donde han huido cerca de 640.000 personas desde que comenzó la ofensiva israelí sobre esta localidad fronteriza con Egipto.
Asimismo, ha lamentado las “terribles” condiciones en zonas como Deir al Balá –“extremadamente superpoblada”– o Jan Yunis, donde los continuos desplazamientos están “poniendo a prueba una respuesta ya desbordada”.
Según el portavoz, solo quedan cinco panaderías operativas en toda la Franja de Gaza, no quedan reservas de material para refugios y la crisis se agua y saneamiento se está agravando, con el desbordamiento de aguas residuales y residuos sólidos por carreteras, campos de refugiados y escombros.
Ante este panorama, ha denunciado la limitada entrada de ayuda humanitaria a la Franja y ha expresado su preocupación por el creciente número de desplazamientos entre los gazatíes: “Nos preocupa que muchas de las personas de Gaza hayan tenido que desplazarse no una, sino cinco, seis, incluso más veces, a un lugar en el que ninguna de las zonas a las que se desplazan es segura”. Y ha reiterado “lo que el Secretario General quiere”: un “alto el fuego” humanitario, la liberación de “todos” los rehenes y la entrega de ayuda humanitaria “sin trabas”.