Gracias su impresionante y valioso patrimonio natural, Asturias se ha convertido en uno de los destinos más impresionantes de nuestro país. Montañas, valles, acantilados y hermosas playas salpican a una de las provincias más bellas de España, dando lugar a paisajes que son una maravilla. Esto ha convertido al principado en un destino rural de primer orden donde los viajeros pueden disfrutar de un impresionante abanico turístico.
Entre todos los encantos que esconde Asturias, el desfiladero de las Xanas es uno de los más especiales. Este enclave se localiza en el corazón de la provincia, entre las localidades de Santo Adriano y Quirós, y es uno de los rincones más singulares de toda la región. Este cañón es el resultado del paso del río que lleva el mismo nombre y el cual ha dejado a la vista formaciones rocosas de gran valor geológico en las proximidades de la sierra del Aramo.
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Además, la ruta que recorre el desfiladero de las Xanas es una de las más conocidas de Asturias y no es para menos, ya que descubre un paraje que deja con la boca abierta. Igualmente, cuenta con una longitud de poco más de siete kilómetros en sentido ida y vuelta, y gracias a su baja dificultad, es ideal para realizar en compañía de la familia y amigos.
Un imponente desfiladero
El punto de partida de este recorrido se sitúa en el área recreativa del Molín de Las Xanas, cerca del pueblo de Villanueva, donde el viajero puede estacionar el vehículo sin mucho problema. Seguidamente, a unos 500 metros de este espacio se ubica un panel explicativo que da comienzo al sendero. “Se trata de un pedrero, excavado en la pared de roca, elaborado a mediados del siglo pasado con el fin de comunicar los pueblos de Dosango (Santo Adriano) y Pedroveya (Quirós) con el valle de Trubia; en algunos puntos se encuentra al borde del precipicio, entre 80 y 100 metros por encima de las aguas”, explican desde el portal web de turismo de Asturias.
A lo largo de este tramo, el viajero puede disfrutar de la grieta en todo su esplendor, siendo un espectáculo visual único, pues permite contemplar estalactitas de antiguas cuevas que el río dejó al descubierto. Todo esto enmarcado dentro de las paredes verticales que ascienden hasta los 100 metros. Cabe destacar también, la antigua mina de hierra que se ubica en mitad del sendero. A medida que se va ascendiendo se va dejando atrás el desfiladero y el recorrido se adentra en un bosque de ribera.
Este es el último tramo y el cual concluye en un prado, justo enfrente de la iglesia de San Antonio, en Pedroveya. Este es el punto perfecto, parta descansar y tomar un pícnico justo antes de emprender el camino de vuelta por el mismo recorrido.
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Cómo llegar
Desde Oviedo, el viaje hasta el área recreativa del Molín de Las Xanas es de alrededor de 25 minutos por la autovía Oviedo – La Espina y la AS-228. Por su parte, desde Gijón el trayecto tiene una duración estimada de 40 minutos por la carretera A-66.
