Entre 2020 y 2023, el Estado peruano acumuló 15 millones de medicamentos e insumos vencidos en los almacenes del Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares), del Ministerio de Salud (Minsa), según una investigación difundida este domingo por Ojo Público, que basa su informe en documentos oficiales.
Los medicamentos y suministros, que incluyen desde pruebas rápidas y vacunas contra la covid-19 hasta fármacos oncológicos, representan una pérdida económica de S/41′691.610, un valor que se desprende del análisis de los recursos adquiridos a través de empresas privadas y de entidades extranjeras como la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El listado, obtenido por el portal de investigación en enero mediante pedidos de acceso a la información, excluye almacenes del Minsa, las Instituciones Prestadoras de Servicio de Salud (Ipress) y las Unidades de Gestión de Ipress (Ugipress).
De esta lista se desprende que casi la cuarta parte del valor total se destinó a más de un millón y medio de pruebas rápidas cualitativas de antígeno contra la Covid-19, con un valor superior a S/10 millones, que expiraron el 30 de noviembre de 2023.
También se reportan 68.217 unidades de vacuna antirrábica humana inactivada, 215.320 de hidroxicloroquina sulfato 200 mg y 70.547 de la vacuna inactivada contra la covid-19 de Beijing Institute of Biological Products Co., Ltd. De igual manera, importantes fármacos oncológicos como Capecitabina y Paclitaxel (más de dos millones de unidades) caducaron entre 2020 y 2021. En enero de este año, se reportó la escasez de medicamentos, incluido Paclitaxel 100 mg inyectable, en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN).
Un informe de la Contraloría confirmó la presencia de productos vencidos en los almacenes de Cenares y alertó sobre unidades en condición de baja desde 2017. Además, la entidad advirtió que estos fármacos ocupan espacios indebidamente debido a la falta de capacidad de almacenamiento y están a la espera de ser destruidos.
“Ningún medicamento debería vencerse y cada vez que se vence hay un perjuicio al Estado. Eso pasa por todas las fases, desde la programación, la solicitud, la validación del área usuaria, la capacidad de almacenamiento y la distribución a nivel nacional con todas las barreras geográficas. Es un conjunto de procesos que deben cumplirse para que la situación de vencimiento no ocurra”, dijo Patricia Suárez, subgerenta de control del sector salud de la Contraloría.
Otros productos vencidos notables incluyen 386.581 unidades de Metilprednisolona inyectable 500 mg/8 ml, valoradas en S/4′654.429; 68.217 unidades de vacuna antirrábica humana inactivada, con un costo de S/4,5 millones; 810 unidades de Busulfano 6 mg/mL inyectable, usadas en tratamientos de leucemia, valoradas en más de un millón de soles; y 102.779 unidades de Enoxaparina sódica 60 mg/0.6 ml inyectable, valoradas en S/1′675.298.
El exministro de Salud, Víctor Zamora, añade que Cenares no decide las compras; el Minsa central y estrategias nacionales lo hacen. La falta de decisión para repartir y posibles fallas humanas son causas. Las responsabilidades abarcan desde la dirección de Cenares hasta el Viceministerio de Prestaciones y Aseguramiento en Salud y la DGOS. Cenares debe alertar sobre próximas expiraciones para evitar dichos problemas.
“La primera razón para que venza en el almacén es porque no le dijeron dónde repartir. Cenares no toma la decisión de enviar a algún lugar si no se lo dicen. La otra razón es que le hayan dicho y como ejecutor de la orden no haya cumplido. Puede ser por incompetencia, porque no se firmó, se olvidaron, fallas humanas y profesionales”, dijo
Ojo Público solicitó una entrevista con un vocero de Cenares y envió un cuestionario al Minsa sobre los procesos y la situación de los medicamentos vencidos. No obtuvieron respuesta hasta el cierre de esta edición.