El crimen quedó filmado y los videos se replicaron en loop durante los primeros días de la investigación en todas las plataformas. En las tristes imágenes se veía cómo Facundo Rogelio Lorenzo (30) llegaba a su casa del partido de Moreno ese 13 de mayo de 2023. Quien decía ser su amigo, Emanuel Aquino, y otro hombre lo interceptaron cuando aún no se había bajado de su camioneta. El balazo cruel fue directo al cuello y mató a la víctima al instante.
Pasó poco más de un año del asesinato y el presunto asesino, que se entregó a la Justicia 13 días después del homicidio de Lorenzo, sigue preso, a la espera de que la causa sea elevada a juicio.
Al cómplice de quien apretó el gatillo, Nicolás Maximiliano Fioriti (45), se lo tragó la tierra y desde entonces vive en la clandestinidad. No fue quien disparó esa noche de otoño, pero sí quien aportó la pistola calibre 9 milímetros, el auto y quien ayudó a Aquino a ejecutar a su amigo.
Fioriti se encuentra prófugo de la Justicia desde hace más de 374 días. “Alguien lo banca a éste, porque se han hecho un montón de cosas para dar con él que ha involucrado a todas las fuerzas, pero, por ahora, no apareció”, le dicen a Infobae los investigadores.
Lo hace resignado y luego de que el Ministerio de Seguridad bonaerense ofreciera una recompensa de entre $2.500.000 y $5.000.000 a toda persona que aporte datos fehacientes que permitan localizarlo y detenerlo.
Fioriti es un ex patovica que tiene una causa en el departamento de Mercedes, donde estuvo preso por un robo agravado en poblado y en banda. La Justicia lo busca desde el preciso momento en que le pudo poner nombre y apellido a los dos hombres que frenaron frente a la casa de Facundo, justo cuando había estacionaba su Volkswagen Amarok. Segundos después, lo mataron a sangre fría.
Las cámaras de seguridad del cruce de Vicente López y Dorrego, en el partido de Moreno, fueron la clave del caso. Mostraron cómo los dos sospechosos abordaron a Facundo cuando aún estaba en su camioneta, le dispararon y huyeron. Fue el padre de la víctima quien encontró su cuerpo.
“No lo estaban esperando ni tampoco lo siguieron, creemos que alguien les avisó que llegaba”, explicaba Juan Manuel, uno de los hermanos de Facundo, en diálogo con este medio cuando Fioriti llevaba apenas 100 días prófugo y las esperanzas de atraparlo eran enormes. Hoy, un año después, es el mismo Juan Manuel el que avisa de la recompensa para el hombre que participó del crimen de Facundo y se esfumó.
Para la familia de la víctima, la trama que culminó en el asesinato comenzó mucho antes de ese 13 de mayo en el que se ejecutó el disparo mortal. La víctima era amigo de al menos uno de sus asesinos, con ellos salía y se divertía. “Le tenían mucha envidia, porque a él le iba muy bien”, sostuvo siempre Juan Manuel.
La tesis del homicidio de la causa que investiga el fiscal Federico Soñora, de la UFI N°4 del departamento judicial Moreno-General Rodríguez, da cuenta de un recelo pero con una mujer en el medio. La pelea entre Facundo y Aquino, el que apretó el gatillo, se originó por una joven con la que Lorenzo tenía una relación.
“Aquino le propuso estar con él y ella le respondió que no salía con gente del mismo grupo de amigos. Enojado, comenzó a quejarse en el grupo de WhatsApp que la chica no quería salir con él porque Lorenzo le había tirado tierra”, revelaron las fuentes consultadas por este medio.
“Entonces, se empezaron a pelear por chat hasta que Aquino lo invitó a seguirla en una (estación de servicio) Axion y Lorenzo aceptó”, precisaron las fuentes. Hay un video de ese encuentro, que se dio a las 20.17 del 13 de mayo; una hora y 33 minutos antes de que lo mataran.
A esa cita en la estación de servicio, la víctima no fue solo: estaba acompañado por otros hombres, uno de esos era otro de sus hermanos, el último de la familia en verlo con vida. “Todos golpearon a Emanuel (Aquino) y se fueron”, según la causa. Varios de los integrantes del grupo de WhatsApp presenciaron lo sucedido.
Lo cierto es que Facundo se fue solo porque se iba a encontrar con su padre. Aquino también se fue, pero los investigadores creen que la desigualdad en la pelea aumentó su furia y decidió vengarse. No fue solo, con él iba Fioriti. “Lo fue a buscar a la casa y lo mató”, resumieron los investigadores, que consideraron esenciales los testimonios que los llevaron a la pista del chat de WhatsApp.
Trece días después del homicidio, Aquino se presentó por sus medios en la Comisaría Primera de Morón. Al día siguiente fue indagado por el fiscal Soñora. Se negó a declarar y quedó bajo arresto, imputado por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por el concurso premeditado de dos personas para cometerlo.
El fiscal pidió la elevación del caso a juicio contra Aquino. Espera la resolución de la Justicia de Garantías. Mientras tanto, Fioriti sigue siendo un fantasma.