(Posadas, Enviado especial) – Ramón Amarilla es policía retirado. Protagonizó la revuelta del 2012. Desde entonces es la cara visible de todos los conflictos de uniformados de Misiones. Actúa en tándem con Germán Palavecino, también fuera de actividad. Amarilla es el más combativo, el policía malo si esta realidad fuese una serie. Palavecino es el más dialoguista. Y habla siempre con referencias a Dios y a la religión. Es el policía bueno.
“Nosotros estamos abiertos a que el Gobierno nos llame para destrabar esta situación. Saben nuestros pedidos. Les pedimos que abran la mesa de diálogo”, sostuvo Amarilla durante la entrevista que dio a Infobae en una calle lateral al Comando Radioeléctrico, foco del conflicto, cuando caía la noche.
El vocero comentó que, como retirado, cobra $ 800 mil. Y asegura una y otra vez que el funcionariado reconoció en privado que sus haberes son bajos. “Estamos atrasados un 55%. No llegamos al 10 de cada mes”, puntualizó.
“La última reunión que tuvimos fue el lunes”, marcó. Del encuentro, los representantes de los uniformados se fueron dando un portazo. Consideraron que el ofrecimiento oficial de llevar del 15 al 20% el incremento salarial fue una tomada de pelo. Y anunciaron que el diálogo, que ahora buscan, estaba quebrado.
Ese lunes 14 “esperábamos que nos ofrecieran un 50 ó 60 por ciento. Y lo demás en cuotas. Nos ofrecieron un 5 por ciento más”, consignó.
“El diálogo está cortado porque nos dijeron (los funcionarios misioneros) que hasta ahí podían. Y que nada más, que no pretendamos otra cosa”, rememoró.
Aun en el peor escenario, hay un hilo que aún vincula las partes. Se trata de un “emisario que viene de Jefatura”, en palabras de Amarilla. Se lo conoce como G. “Pero nos dijo que lo único que quiere tratar con nosotros es la cuestión administrativa: las sanciones y los pases a disponibilidad. También los arrestos y los traslados”, dijo con frustración.
Para el vocero policial “eso se resuelve después, internamente”. Amarilla es consciente de que una eventual amnistía no alcanzaría a las denuncias penales por sedición agravada; robo, hurto y destrucción de propiedad del Estado. “Nosotros vamos a tener que enfrentar la Justicia. Lo sabemos”, confesó.
Sin embargo, un pedido de amnistía y el respeto por la integración amplia de la Mesa que funge como paritaria entre el Gobierno y la Policía son dos de las condiciones que se repiten en cada intervención que hacen ante los manifestantes que montan el acampe frente al Comando.
Palavecino se acercó. Y, con amabilidad, interrumpió la entrevista. Habló en reserva con Amarilla y ambos partieron raudos hacia las oficinas del Comando. Mientras subían las escalinatas, por micrófono se convocó a los delegados a la Mesa de las Unidades Regionales de la policía. Las deliberaciones fueron para definir reemplazantes de varios miembros. Unos tuvieron que retirarse por problemas de salud. Otro iba a ser padre.
Mientras, en la calle, Ariel y la Agrupación Marylin improvisaban un show de cumbia y música del recuerdo para levantar el ánimo. Más temprano, durante la tarde, los manifestantes fueron en caravana hasta la Casa de Gobierno, cantaron el himno, rodearon la Jefatura y volvieron al campamento. Un numeroso grupo de docentes los acompañó. Al frente de la marcha iba una camioneta de la Policía con las sirenas encendidas.
La respuesta oficial y un día especial
En el Gobierno mantienen la postura que expresó ayer el ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, en conferencia de prensa: no hay más plata para afrontar el incremento de haberes.
“Nosotros negociación salarial no vamos a hacer más”, confió a Infobae una alta fuente gubernamental. “No podemos dar más de lo que se ofreció, porque no podemos sostener otro número en el tiempo”, razonó.
Luego, marcó: “Con respecto a la mesa de diálogo estamos abiertos para tratar los dos primeros puntos: constituirla con el agregado de todas las Unidades Regionales. Y tratar todos los trámites administrativos, como pases a disponibilidad y traslados”.
“Todo lo que tiene que ver con la Justicia es otra cosa. No depende del Ejecutivo”, remató.
Este jueves será un día clave por varios factores.
En primer lugar, sesiona la Legislatura provincial. Y los manifestantes tendrán a tiro al hombre fuerte de la provincia: Oscar Rovira. El ex mandatario y líder del Frente Renovador Misionero es el poder real en Misiones. Por eso todos los sectores que protestan apuntan sus dardos contra él. El temor es que una movilización de policías y de otros grupos pretenda ingresar al recinto.
Además, el gobernador Hugo Passalacqua anunció el comienzo del cronograma de pagos de sueldos y medio aguinaldo, por lo que pronto podrán verse los recibos de sueldo con la nueva liquidación en base a los aumentos que ya otorgó el Gobierno.
“Informo que el jueves 30 de mayo estarán acreditados, con los aumentos correspondientes, los haberes de los jubilados, pensionados y retirados provinciales y los de los empleados activos de todo el Estado provincial”, publicó en su cuenta de X (antes Twitter).
“El miércoles 19 de junio estará acreditado, también con los aumentos correspondientes, el sueldo anual complementario de los jubilados, pensionados y retirados provinciales y de los empleados públicos activos del Estado provincial”, agregó.
Ese mismo día, la Provincia pagará con fondos propios el fondo de incentivo docente que la Nación dejó de atender hace meses.
El otro factor a considerar es el clima. El pronóstico anuncia lluvias y baja de la temperatura a partir de la madrugada. Las precipitaciones afectarán la vida habitual en el campamento, como la comida que se hace al aire libre. También la asistencia de gente que se acerca todas las mañanas y tardes al lugar.