Estados Unidos está preparando un nuevo paquete de asistencia militar para Ucrania, que anunciará este viernes, confirmaron dos altos funcionarios del Gobierno de Joe Biden. El envío contendría sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad -más conocidos como HIMARS– y varias rondas de artillería de alta demanda de 105 mm y 150 mm.
Estas piezas llegarán poco más de un mes después de que el Congreso estadounidense aprobara el pasado 23 de abril el nuevo presupuesto de asistencia que contempla un total de USD 61.000 millones para la guerra en Ucrania, que atraviesa un momento crítico en Kharkiv, junto con USD 13.000 millones para Israel y unos USD 8.000 millones para Taiwán.
Desde mediados de mayo, en un intento por sacar ventaja de la escasez de armamento del Ejército de Volodimir Zelensky, las tropas rusas aumentaron sus ofensivas en este frente, con el asedio casi diario de algunas ciudades y la toma de localidades. Sin embargo, con el correr de los días, el bando ucraniano consiguió revertir esta situación, en gran medida, aunque sigue enfrentando combates constantes.
En la última jornada, el gobernador regional de Kharkiv, Oleh Syniehubov, informó del impacto de misiles enemigos S-300, que provocaron la muerte de al menos siete personas y causaron heridas en otras 20. El presidente lamentó este suceso, que describió como “extremadamente cruel”, y aprovechó para reclamar a los aliados el envío de más sistemas de defensa antiaérea, que permitirían neutralizar estas amenazas que ingresan en su territorio pero que no estarían incluídos en el paquete estadounidense próximo a anunciarse.
“Los terroristas rusos se están aprovechando del hecho de que Ucrania aún carece de suficiente protección de defensa aérea y de la capacidad fiable de destruir lanzaderas terroristas exactamente donde se encuentran: cerca de nuestras fronteras”, apuntó.
En este contexto, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, reconoció que Kiev atraviesa “un momento difícil” y destacó que las armas llegarán al país “semana tras semana” para garantizar el debido abastecimiento de las tropas. En un tono similar, la víspera, la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, apuntó que “cada vacilación y cada retraso en el apoyo a Ucrania se cobra la vida de inocentes, y cada vacilación a la hora de apoyar a Ucrania pone igualmente en peligro nuestra propia seguridad”.
No obstante, el jefe del Ejército, Oleksandr Sirski, destacó el accionar de sus oficiales con los medios a disposición y celebró que en tan sólo diez días consiguieron frenar el avance enemigo. “Después de los primeros logros menores en sus acciones ofensivas en el óblast de Kharkiv, el enemigo se ha estancado completamente en los combates urbanos de Vovchansk y sufre bajas muy grandes de personal en unidades de asalto”, informó.
Sumó que el bando contrario sigue movilizando reservistas a todos sus frentes en esta zona para reforzar sus posiciones e intentar seguir tomando pequeñas ciudades pero no están teniendo éxito en ello. “En dirección a (la localidad de) Liptsi, el enemigo también sufre bajas significativas, ha pasado a la defensa activa y lleva a cabo operaciones de limpieza de minas mientras abre fuego para infringir daños a las posiciones de nuestras tropas”, explicó.
(Con información de AP, AFP y EFE)