Isabel Pantoja ha reaparecido este jueves poniendo rumbo a Zaragoza acompañada por su hermano Agustín Pantoja, cogiendo un vuelo privado en el aeropuerto de Jerez de la Frontera y esquivando así las preguntas de la prensa, a la que en esta ocasión ha ignorado completamente después de mostrar su mejor versión durante su última aparición en Madrid.
La tonadillera tiene la vista puesta en el concierto que ofrecerá en dicha ciudad el próximo sábado y lo cierto es que no ha querido entrar a comentar las últimas informaciones que le afectan: la cancelación de los conciertos en Nerja, Sotogrande y Córdoba.
Con el pelo recogido en una coleta de caballo, chándal rosa y zapatillas deportivas en el mismo color, Isabel se dejaba ver en el aeropuerto de Jerez de la Frontera. A buen paso, al cantante subía a la furgoneta que la aguardaba para llevarla hasta el avión sin revelar cómo se encuentra y cómo afronta esta esperadísima reaparición.
Tras llegar a la ciudad, Pantoja ha recibido una de las visitas más especiales y la que se ha convertido en su talismán en los últimos meses tras conocer los problemas de salud que ha sufrido la artista. Mariló de la Rubia ha viajado desde Córdoba hasta Zaragoza para acompañarla en este concierto.
Guardando silencio y con prisa, Mariló ha aparecido en las inmediaciones del hotel donde se aloja la reina de la copla por sorpresa y simplemente ha sonreído ante las cámaras al preguntarle por el estado en el que se encuentra su amiga tras las especulaciones que ha habido por los conciertos que ha cancelado.