Durante los últimos días, diversos medios de comunicación y organizaciones civiles extranjeras han señalado públicamente al presidente Andrés Manuel López Obrador y a su estrategia de seguridad como los responsables de la ola de violencia que México atraviesa. Entre ellos se encuentra The Economist, periódico que, entre otras cosas, urgió a el o la próxima titular del Poder Ejecutivo a hacer el país más seguro.
Fue el pasado 22 de mayo cuando la publicación semanal de lengua inglesa aseguró que durante el sexenio de la Cuarta Transformación (4T) las organizaciones criminales se han expandido para controlar el tráfico de drogas y migrantes.
Como ejemplo señalaron los diversos hechos violentos que se han registrado en Chiapas en lo que va de 2024, como la masacre en el municipio de Chicomuselo que dejó un saldo de 11 personas muertas.
Y es que durante la actual administración la entidad del sureste se ha convertido en una zona clave para el narcotráfico por varios factores estratégicos. Por una parte, su ubicación geográfica en la frontera con Guatemala facilita el tráfico de drogas procedentes de América del Sur hacia México y Estados Unidos.
Además, su difícil orografía y vasta región selvática proporcionan escondites ideales y rutas de paso que complican la detección por parte de las autoridades. Finalmente, la pobreza y falta de oportunidades en la región también contribuyen a que los cárteles recluten mano de obra local para sus operaciones.
Al respecto, The Economist señala que además de ser pobre, Chiapas ahora es peligroso.
“Es un ejemplo de la inseguridad bajo el presidente López Obrador y el gobierno liderado por su partido Morena a medida que su mandato de seis años llega a su fin”, se lee en su artículo titulado “Las bandas criminales están mostrando su fuerza mientras se avecinan las elecciones en México”.
Muertes y elecciones
Según refiere el medio, el aumento de poder y territorio de los cárteles mexicanos se ha evidenciado durante el proceso electoral 2023-2024, pues en estados como Guerrero, Zacatecas y Michoacán las pandillas han reforzado su control y actúan con más descaro. Esto ha sido posible en gran medida a que los funcionarios locales son particularmente vulnerables a la corrupción o la intimidación, señala.
Ante ello, advirtieron que las elecciones del 2 de junio la jornada electoral podría arruinarse.
“Las pandillas dan forma a las elecciones matando a candidatos que consideran hostiles. Al menos 64 candidatos, sus familiares u operadores políticos han sido asesinados en este ciclo electoral”, se lee en el artículo.
Aunque The Economist describe a López Obrador como el responsable del período más mortífero registrado en México, con 180 mil asesinatos en los últimos seis años, reconoce que no es el único culpable de la violencia del país.
“La violencia empeoró después de la transición de México a la democracia a fines de la década de 1990 y nuevamente después de que el presidente Felipe Calderón lanzó su ‘guerra contra las drogas’ en 2006″.
No obstante, en la publicación no se pierde la oportunidad de asegurar que el enfoque de López Obrador en la pobreza, el apoyo a las Fuerzas Armadas y su política de ‘abrazos, no balazos’ tampoco han ayudado a mejorar la situación de inseguridad presente en el país.
Finalmente, The Economist advierte que, en caso de ganar las elecciones, Claudia Sheinbaum Pardo, candidata presidencial de la coalición ‘Sigamos Haciendo Historia’, deberá hacer ajustes las políticas de su predecesor.
“Tendrán que actuar rápidamente o correr el riesgo de una inseguridad aún mayor”, concluye.