En la final de la FA Cup entre Manchester City y Manchester United hubo media hora de paridad, juego friccionado, pierna fuerte y estudio del rival. Sin embargo, los papeles se les quemaron a ambos entrenadores por un grosero error en la última línea del elenco ciudadano que fue aprovechado por Alejandro Garnacho para adelantar a los Diablos Rojos.
El reloj marcaba 30 minutos cuando el delantero argentino corrió en busca de una pelota que quedó en poder de los celestes, más precisamente en dominio de Joško Gvardiol. El defensor croata intentó darle un pase de cabeza al arquero Stefan Ortega sin percatarse de que su compañero estaba saliendo al encuentro del balón y quedó pasado, por lo que su cesión con la testa no hizo más que dejar cara a cara a Garnacho para poner 1-0 a los dirigidos por Erik ten Hag.
Esa no fue la única aparición del 17 en campo, ya que antes inmediatamente después picó al vacío con campo abierto y llegó a ceder para Marcus Rashford, quien concretaba el segundo tanto del United. Sin embargo, el árbitro (a instancias del VAR) sentenció la posición adelantada previa de Garnacho que se confirmó con las repeticiones. El atacante de 19 años se guardaría una carta más en la primera mitad: volvió a recibir como extremo ubicado como wing derecho, levantó la cabeza para conectar con el portugués Bruno Fernandes y este asistió al inglés Kobbie Mainoo, que le dio otro cachetazo al City.
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