Este domingo se corre la edición número 108 de las 500 Millas de Indianápolis, la carrera más importante del año de la IndyCar y una de las cuatro más relevantes en el mundo el automovilismo. Por segundo año consecutivo hay un argentino en la grilla de partida y se trata de Agustín Canapino, quien arrancó en el puesto 22º con el Dallara-Chevrolet del equipo a cargo de otro compatriota, Ricardo Juncos. Luego del retrasada por una tormenta y que se secó la pista, comenzó la competencia que puede verse por ESPN 3 y Star +.
Desde el mismo inicio hubo incidentes con un choque en el que se vieron involucrados Pietro Fittipaldi y Marcus Ericsson, el ganador de la edición 2022.
El retraso de la carrera:
La amenaza del mal tiempo apareció desde las últimas horas del sábado y se confirmó en la mañana de este domingo. Debido a esto, la inicio de la carrera que estaba pautado para las 13.30 de la Argentina se debió posponer cuatro horas. Se trató de una tormenta eléctrica con rayos, vientos y fuerte lluvia.
Como prevención la categoría le pidió a la gente que desaloje las gradas y de los boxes. “Dada la proximidad de los relámpagos que avanzan hacia el Indianápolis Motor Speedway, se tomó la decisión de pausar las ceremonias previas a la carrera y sacar a los fanáticos de las tribunas y Snake Pit”, indicó el circuito de Indianápolis en un comunicado.
“Se invita a los espectadores a seguir las instrucciones de los miembros del equipo IMS (Indianápolis Motor Speedway). Deberán salir de las tribunas de manera ordenada e implementar sus planes de seguridad personal”, agregó.
“El inicio de la 108ª edición de las 500 Millas de Indianápolis también se retrasará. Se comunicarán actualizaciones adicionales sobre los tiempos”, concluyó el comunicado.
La tormenta llegó pasadas las 12.30 hora local y las tribunas quedaron vacías. Lo propio la zona de los boxes con los mecánicos y el resto de los integrantes de los equipos que se refugiaron en los garajes, sectores corporativos de las escuderías y se resguardecerse del agua y los fuertes vientos que llegaron.
La tormenta duró dos horas y una vez que terminó la categoría trajo camionetas “sopladoras” de la NASCAR que estaban cerca de Indianápolis. En total tienen 18 vehículos de secado rápido, según informó el periodista de Carburando, Leo Regueira, presente en el lugar. Estos elementos son comunes en las carreras de óvalos donde están prohibidas las competencias con lluvia debido a la alta velocidad. En la IndyCar se superar los 370 km/h en Indianápolis.
Acto seguido la organización habilitó al público para que pueda volver a las gradas ya que “los rayos han despejado el área alrededor del Speedway. Las puertas se han reabierto y los espectadores pueden regresar a las tribunas”, según informó en un comunicado. El evento volvió a tomar color.
Más tarde las camionetas “sopladoras” hicieron su trabajo y en una hora se pudo largar la carrera. Estos vehículos tienen unas máquinas que absorben el agua que está en el asfalto. Una vez que la pista estuvo en condiciones todo estuvo dado para el inicio de la competencia.
La previa:
La competencia es la quinta fecha de la temporada y la actividad en el óvalo más famoso del planeta arrancó hace dos semanas con las pruebas y la clasificación que se llevó a cabo entre el sábado y domingo anteriores. En la primera jornada, Canapino cerró su registro, aunque una falla en el motor le impidió poder meterse entre los doce primeros.
El orden de la grilla de partida se armó según las velocidades máximas alcanzadas y el que rompió los relojes fue neozelandés Scott McLaughlin, con un Dallara-Chevrolet del Team Penske, uno de los dos más fuertes de la categoría junto con Ganassi. El oceánico llegó a 376,9 kim/h para ser el más veloz en el último corte clasificatorio que integraron seis corredores.
McLaughlin, de 30 años, es un caso similar al de Canapino ya que hasta finales de 2020 siempre corrió en autos de Turismos y es tricampeón del V8 Supercars Australiano, la categoría de coches con techo más relevante de Oceanía. En 2021 corrió su primera temporada completa en la IndyCar, en la que ya suma cinco victorias.
La grilla de partida se conformó por tres autos en cada una de las once filas y la primera la completan otros dos corredores del Team Penske, Will Power y Josef Newgarden, el último ganador ganador de la mítica carrera.
Serán un total de 200 vueltas al óvalo de 2,5 millas o cuatro kilómetros. Se estiman seis detenciones en los boxes para cambiar gomas y recargar combustible, pero todo quedará supeditado a las estrategias de cada escudería. Al ser la carrera más larga del año demandará un cuidado extra por parte de los pilotos para poder acelerar en los momentos necesarios y también regular ante la máxima exigencia.
No faltó algún incidente como los toques y espectaculares accidente que suelen darse en esta clase de competencia, algo que pasó desde el comienzo mismo de la carrera. La presencia del auto de seguridad es moneda corriente para poder neutralizar la carrera.
El campeonato de la IndyCar es liderado por el español Álex Palou, el actual campeón. El piloto, que conduce un Dallara-Honda del equipo Ganassi, ganó en la última fecha corrida también en Indianápolis, aunque en el circuito mixto, similar al que usó entre 2000 y 2007 la Fórmula 1, pero con el último tramo cortado para evitar que los coches ingresen a plena velocidad en la recta principal.
Palau, también consagrado en la categoría en 2021, suma 152 puntos y le lleva 12 al australiano Will Power, otro bicampeón en 2014 y 2022. Con 127 unidades se ubican el neozelandés Scott Dixon (séxtuple campeón en la IndyCar) y el estadounidense Colton Herta.
Las 500 Millas de Indianápolis es una de las cuatro carreras más importantes del mundo del automovilismo junto al Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, las 24 Horas de Le Mans y el Rally Dakar.
Es el evento deportivo masivo más grande del mundo y este domingo se esperan 300 mil espectadores en el circuito inaugurado en 1909. En la meca del entretenimiento, se espera un gran show antes, durante y después de la carrera.
Un total de 33 pilotos buscarán la gloria y beber el mítico trago de leche que se le entrega al ganador. Cada uno eligió el tipo de la bebida láctea y Canapino optó por la leche entera.
Cabe recordar que la IndyCar es la categoría más longeva de la historia, nacida en 1905 y que tuvo distintos nombres en sus 119 años. Es la segunda divisional de monopostos más importante del planeta después de la F1. La actual temporada consta de 17 eventos y terminará el 15 de septiembre en el óvalo de Nashville.
Para Canapino, el objetivo será terminar la competencia, pero en la previa demostró el potencial de su auto. Pese a la frustración por la falla en el impulsor Chevrolet en la clasificación, este lunes terminó cuarto en una de las últimas prácticas y el percance del sábado anterior no debería repetirse. En su debut en las Indy 500, el arrecifeño brilló y llegó a ser tercero. A falta de ocho giros peleaba por meterse entre los diez primeros, pero abandono tras un choque involuntario.