Madrid, 28 may (EFE).- Sumar quiere normalizar la menopausia como una fase de la vida de la mujer y para ello propone medidas como campañas específicas sobre su repercusión en el trabajo, impulsar la formación del personal sanitario o el envío de cartas informativas a la población diana como se hace con los cribados de cáncer.
Así lo plasma en una proposición no de ley que registrará este martes en el Congreso, en la que urge “un abordaje que visibilice y normalice la menopausia ante la sociedad en su conjunto” y proporcione a las mujeres las herramientas para afrontar este periodo adecuadamente.
“No podemos aceptar que en pleno siglo XXI, las enfermedades y particularidades biológicas de algunas mujeres carezcan de avances científicos suficientes por el simple hecho de pertenecer a ese porcentaje de población”, ha valorado a EFE la portavoz del grupo en la Comisión de Igualdad, Esther Gil de Reboleño.
Según argumenta el texto, al que ha tenido acceso EFE, pese a que la menopausia es una fase que “siempre se va a presentar en algún momento” de la vida de la mujer, la realidad es que es “un tema tabú” del que muchas no hablan por vergüenza, por sentirlo un estigma o por pensar que puede afectar a sus relaciones.
“No se debe asimilar menopausia con vejez; menopausia no es vejez, es una fase de la vida”, subraya.
Un elevado porcentaje de mujeres, a pesar de presentar síntomas, algunos livianos pero otros invalidantes, no realiza ningún tratamiento porque lo consideran normal, por miedo o vergüenza de contarlos, por temor a los efectos secundarios de los tratamientos hormonales o por haber recibido información inadecuada.
Por ello, Sumar plantea una batería de medidas que van desde la puesta en marcha de campañas de información, sensibilización, difusión y educación “para contribuir” a la eliminación de los estigmas asociados y que permitan un mejor conocimiento de los síntomas y su manejo a otras más específicas que “visibilicen la repercusión de la menopausia en el ámbito laboral”.
También plantea impulsar la formación del personal sanitario para garantizar en todos los niveles asistenciales información personalizada a la mujer sobre menopausia precoz, la relación entre ésta y ciertos tratamientos oncológicos o de otra índole, sobre las alternativas farmacológicas o no farmacológicas disponibles accesibles desde la sanidad pública o sobre los efectos secundarios de las terapias hormonales.
Mejorar la coordinación entre ámbitos asistenciales, así como la accesibilidad a los diferentes servicios de salud relacionados, fomentar la investigación, innovación y elaboración de guías de buenas prácticas a fin de ofrecer una atención con perspectiva integral son otras de sus propuestas.
Además, pretende que las administraciones locales, en colaboración con los servicios sanitarios de atención primaria en salud comunitaria, promuevan la creación de grupos y espacios de reflexión, debate y promoción integral de la salud.
Por último, propone que las comunidades, en el ámbito de sus competencias, envíen cartas a la población diana con información genérica y sobre los recursos disponibles, similares a las que se remiten para el cribado de cáncer de colon o de mama.
“Esta iniciativa es un pequeño paso en el largo camino que todavía hoy nos queda por recorrer, en aras de una sanidad pública con mirada feminista, que realice diagnósticos y evaluaciones de manera integral y comprometida con la diversidad”, ha concluido la diputada. EFE
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