Hernán Ramón “Lichy” Romero (34), jefe de un clan sospechado de vender droga en el barrio Nuevo Alberdi, en la zona norte de Rosario, fue condenado este lunes por haber ordenado desde prisión el secuestro y ejecución de un presunto integrante de Los Monos. El plan criminal se llevó a cabo el 4 de abril de 2020 y resultó fallido: la víctima fue baleada por la espalda a la vera de la ruta nacional 34, quedó tendida en el suelo y los atacantes se fueron al pensar que había fallecido. Sobrevivió.
El tribunal integrado por los jueces Nicolás Vico Gimena, Valeria Pedrana y Silvia Castelli le dio 23 años de prisión a “Lichy”, quien al tener una sentencia anterior de 7 años y 6 meses como jefe de una asociación ilícita, recibió una pena unificada de 29 años.
En la misma resolución se condenó a 24 años de cárcel a Luciano Luis “Melli” Romero (23), hermano del líder del clan, por haber participado en el secuestro y balacera. Como también tenía una sentencia anterior, el monto de pena total fue de 27 años.
De acuerdo a la acusación del fiscal Patricio Saldutti a lo largo del juicio oral y público, “Lichy”, por entonces alojado en la unidad penitenciaria Nº 6 de Rosario, ordenó atacar a José Orlando “Joselito” C., a quien conocía. Su hermano Luciano, Gustavo “Gordito” Núñez –condenado a 19 años y 6 meses por esta causa– y otros dos adolescentes fueron hasta la casa de la víctima, situada en Polledo al 3.800, en la Zona Cero. Allí, al ser atendidos, le dispararon al hombre en una pierna y lo obligaron a subir a un Peugeot 206 gris a punta de pistola.
“Joselito” fue trasladado hasta un inmueble ubicado en Matheu al 3400, donde fue retenido en contra de su voluntad, según la imputación, durante más de dos horas. En ese período de tiempo fue golpeado y le exigieron entregar dinero en efectivo y las titularidades de su auto y de su casa.
Durante el tiempo que la víctima fue torturada en la casa que sería de algún integrante del clan Romero, los atacantes realizaron videollamadas con “Lichy”, quien daba las directivas a seguir.
Pasadas las 23 de aquel 4 de abril de 2020, José C. fue obligado a subir nuevamente al Peugeot 206 gris y con ese auto, escoltado por una camioneta F100, los agresores fueron hasta la ruta nacional 34, a la altura del kilómetro 4. En ese lugar, le dijeron a “Joselito” que se bajara del vehículo y se echara a correr.
Según el fiscal, mientras la víctima corría por la banquina del corredor vial, los agresores realizaron 20 disparos, de los cuales algunos dieron en la espalda del hombre, que cayó malherido sobre un pastizal.
Los partícipes del secuestro y la balacera dieron por muerto al presunto integrante de Los Monos, se subieron a sus vehículos y se fueron de la ruta. La rápida asistencia de los vecinos de la zona permitió que “Joselito” reciba atención médica y pueda sobrevivir después de estar varios días internado.
La víctima del plan criminal reconoció a “Lichy” Romero al declarar en la causa y agregó que tanto el recluso como su pareja se comunicaron con él vía Facebook tras el secuestro para pedirle que no denunciara el hecho.
Después de balear a José C. ocurrieron episodios de ataques a tiros en el barrio Nuevo Alberdi que, según indicaron por entonces investigadores policiales, se inscribían en una supuesta búsqueda de venganza de Los Monos por lo que había ocurrido.
