(Alejandro García/)
Xavi Hernández puso fin el pasado domingo en el Sánchez Pizjuán a su experiencia como técnico del FC Barcelona. El viernes pasado, Joan Laporta le transmitió la decisión que habían tomado desde la cúpula de la entidad de prescindir de él en la próxima temporada, pese a que el pasado mes de abri dieron una rueda de prensa conjunta en la que anunciaron la continuidad de Xavi, después de que en enero este anunciase su marcha a final de temporada.
Un vaivén de emociones que han tenido en alerta a la afición culé durante toda la temporada. Parece ser que la ausencia de logros durante esta temporada, sumado a las declaraciones en la previa contra el Almería de Xavi, terminaron por dinamitar la decisión del presidente sobre el futuro del banquillo de su club. Hansi Flick será su sustituto, el alemán ha firmado un acuerdo con la entidad hasta 2026.
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Lo que está claro es que, la decisión de destituir a Xavi traía más cola que una simple reposición de entrenador. Con los problemas financieros que atraviesa el Barcelona, un despido de Xavi suponía una indemnización económica de hasta 15 millones de euros, a los que habría que sumarle 5 millones más para su staff técnico.
Xavi renuncia a su finiquito a cambio de dos exigencias
El español siempre se ha definido como “hombre de club” y, pese a la falta de éxito en esta campaña, Xavi siempre ha demostrado su sentimiento culé, remarcando en más de una ocasión que su elección de continuar o no nada tenía que ver con condiciones económicas. Tanto es así que ha decidido renunciar a los 11 millones de euros que tendría que percibir durante su último año de contrato.
Sin embargo, esta renuncia iba acompañada de dos condiciones, a las que Laporta ha accedido. Por un lado, su staff técnico debía comprar íntegramente todo su sueldo, el cual asciende a unos cuatro millones de euros en total. Cada integrante del cuerpo técnico ingresará la cantidad que indicaba en el contrato de cada uno, al completo.
La segunda condición que ha puesto Xavi, aun por firmar, exige un reembolso de los 2,5 millones de euros que Xavi pagó en noviembre de 2021 para abandonar su equipo de procedencia, el Al-Sadd qatarí.
Aunque tiene contrato hasta el 30 de junio de 2025, Xavi mantuvo, tras conocer la decisión de Laporta de prescindir de sus servicios para la próxima temporada, sus palabras de enero, cuando anunció que dejaría el club a final de temporada: “No seré un problema. Ya dije que si no continuaba no iba a cobrar ni un euro. El presidente lo sabe. El dinero de mi contrato era para el siguiente entrenador”.
