Dos soldados israelíes del Batallón Nahshon de la Brigada Kfir murieron tras un ataque con un coche en las proximidades de la ciudad cisjordana de Nablus. El incidente tuvo lugar el miércoles por la noche, cerca del asentamiento de Itamar. Las víctimas, identificadas como el sargento Eliya Hilel, de 20 años y originario de Tel Zion, y el sargento Diego Shvisha Harsaj, de 20 años y oriundo de Tel Aviv, sucumbieron a sus heridas tras el ataque, anunció el ejército israelí.
Laa Fuerzas de Defensa afirmaron en un comunicado que, tras el ataque, se emprendió una búsqueda del autor involucrando a un gran número de oficiales. Según informes de medios locales, el sospechoso se entregó posteriormente a las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina después de haber huido hacia Nablus.
El líder de los colonos de la zona, Yossi Dagan, condenó enérgicamente el ataque y expresó su indignación por la facilidad con la que el agresor pudo escapar hacia territorio bajo control de la Autoridad Palestina. “Pido nuevamente al gobierno que continúe con toda su fuerza llevando a cabo operaciones ofensivas en las aldeas para localizar a terroristas y recolectar armas”, dijo Dagan en un comunicado.
Este ataque se produjo tan solo horas después de que terroristas de Hamas en Cisjordania abrieran fuego contra una ciudad israelí situada al otro lado de la Línea Verde. En el contexto de esta escalada de violencia, desde el ataque inicial de Hamas el 7 de octubre, que marcó el comienzo de la guerra de Gaza, las tropas israelíes han arrestado a unos 4000 palestinos buscados en toda Cisjordania, de los cuales más de 1.700 son afiliados a Hamas. Según el Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina, más de 510 palestinos de Cisjordania han sido asesinados en este periodo.
Las acciones militares israelíes en Cisjordania han suscitado controversia y acusaciones de uso desproporcionado de la fuerza. De acuerdo con estimaciones militares, la gran mayoría de los palestinos fallecidos desde el 7 de octubre fueron abatidos durante enfrentamientos ocurridos en medio de operaciones de arresto.
El ejército israelí ha subrayado que estas operaciones son necesarias para garantizar la seguridad y desmantelar las redes terroristas en la región. Estas iniciativas militares, aunque controvertidas, reflejan la tensa situación que se vive en la zona, dado el prolongado conflicto entre israelíes y palestinos.
Yossi Dagan también instó a un fortalecimiento de las medidas de seguridad y la implementación de estrategias más contundentes para evitar que situaciones semejantes puedan repetirse en el futuro. “Este tipo de incidentes no pueden seguir ocurriendo. Es fundamental reforzar nuestra seguridad y garantizar la protección de nuestros ciudadanos y soldados”, añadió.
El posible incidente en Nablus es un recordatorio de la complejidad y el dinamismo de la situación en Cisjordania y sus alrededores. Las tensiones y enfrentamientos recientes destacan la necesidad de soluciones a largo plazo para la región que puedan garantizar estabilidad y paz a ambas partes involucradas.