Buenos Aires, 31 may (EFE).- El Gobierno de Argentina negó este viernes que pueda haber una colaboración entre el país suramericano y Ucrania para la producción de drones, pólvora y otros componentes de armamento, como propuso el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en una conversación con periodistas en Kiev.
“No va a existir”, aseguró el portavoz del Ejecutivo argentino, Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada (sede del Gobierno).
“No tenemos la capacidad de que eso pase (…). No es así”, dijo el portavoz.
El jueves, el diario argentino La Nación publicó declaraciones del presidente ucraniano, hechas ante periodistas latinoamericanos en Kiev, en las que Zelenski proponía una colaboración tecnológica “rápida” y “amplia” entre Argentina y el país europeo, en guerra con Rusia desde el 24 de febrero de 2022.
“No tenemos otra opción y Argentina podría ser un socio importante en este sentido”, consideró Zelenski, según dicha publicación.
El presidente de Ucrania citó particularmente la potencial producción conjunta de drones, antidrones, drones marítimos y pólvora.
Desde que asumió la Presidencia de Argentina el pasado 10 de diciembre, el ultraliberal Javier Milei ha mostrado en varias ocasiones su apoyo a Zelenski y a Ucrania en lo relativo al conflicto bélico de ese país con Rusia.
Zelenski fue uno de los líderes mundiales que asistió a la toma de posesión de Milei en Buenos Aires, y fue el primer presidente extranjero que se reunió con el mandatario argentino al comienzo de su actual mandato.
Milei y otros miembros de su Gobierno han mostrado en varias ocasiones su interés por celebrar una cumbre de paz regional para Ucrania.
Hasta la fecha, los apoyos a Zelenski en Latinoamérica habían sido más tímidos.
En Argentina, el anterior presidente, el peronista Alberto Fernández (2019-2023), había optado por asumir un rol menos nítido y por el diálogo entre las partes enfrentadas.
Está previsto que Milei acuda a la Conferencia de Paz sobre Ucrania, que se celebrará entre el 15 y el 16 de junio en la ciudad suiza de Lucerna. EFE
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