Adoptar a un cánido es una decisión importante que no puede tomarse a la ligera, cada raza tiene comportamientos, hábitos y necesidades particulares de su especie. Elegir una mascota cuya personalidad no se adapte a tu estilo de vida podría traer algunos problemas en la convivencia diaria.
Para esta importante elección debes de tomar en cuenta el tamaño de la residencia, si la mascota va a convivir con niños, el tiempo disponible para sus paseos y si es compatible con el estilo que llevas.
Bajo estos motivos te compartimos las características del bedlington terrier, su historia, cuidados básicos y los tamaños promedio cuando alcanzan su edad adulta. Así como algunos consejos que te ayudarán a instruirlo de la mejor manera, según la página web de Purina.
Origen y personalidad del bedlington terrier
Este terrier de patas largas y tamaño medio o pequeño es muy fácil de reconocer. Tiene el cráneo estrecho y un pelaje similar al de la oveja, que se presenta en azul, marrón rojizo o en color arena, con o sin manchas canela. Los machos adultos miden entre 38 y 43 cm y pesan de 8 a 10 kg.
El bedlington necesita adiestramiento para llevarse bien con los gatos y demás mascotas. Anuncia y rechaza a los desconocidos si no son bienvenidos, pero cuando el amo les permite el acceso a la casa, se muestra cordial. Los bedlingtons son buenos perros guardianes, ya que son bastante valientes una vez alertados. En general, son muy tranquilos si reciben estimulación física y mental de forma regular.
Originalmente creado a partir de una combinación de terriers locales con un cruce de Whippet, los mineros de la zona de Rothbury de Northumberland desarrollaron esta raza en el siglo XVIII. No se exhibió hasta 1869, pero, entretanto, se forjó una reputación como exterminador de alimañas, compinche de los cazadores furtivos y luchador. Los perros de esta raza también se conocen como Rothbury terrier y «perro gitano» (por a su colaboración en la caza furtiva).
Los beneficios de tener un perro
Una mascota de compañía trae muchos beneficios a la vida de las personas, pues la constante interacción con ellos genera resultados positivos en la salud física, familiar y de la comunidad en la que se desarrolla, de acuerdo con una investigación realizada por Human Animal Bond Research Institute (HABRI), organización a favor de los animales de compañía.
Steven Feldman, director de dicha asociación, explicó en su investigación que los perros o gatos son capaces de “amortiguar el estrés y ayudar a abordar el aislamiento social”. Convivir con un compañero peludo influye en gran medida a cuidar los niveles de presión arterial, frecuencia cardíaca y ayuda a la producción de hormonas relacionadas con el bienestar.
La misma organización realizó una encuesta en 2021 para evaluar qué tanto cambió la vida de las personas antes y después de integrar a un perro a su círculo familiar y los resultado impresionaron a los investigadores, pues el 61 por ciento de los propietarios aseguró que consideraría cambiar de casa con tal de que su mascota estuviera cómoda y el 45 por ciento buscaría cambiar de trabajo para compartir más tiempo con el animal.
