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El actual escándalo de pruebas de vehículos en Japón involucra a algunos de los principales fabricantes de automóviles del mundo.
El escándalo gira en torno a irregularidades y datos falsificados en las pruebas de seguridad y certificación de vehículos, afectando a empresas como Toyota, Mazda, Honda, Suzuki y Yamaha.
Toyota Motor y Mazda Motor han suspendido temporalmente los envíos o ventas de ciertos vehículos después de que el Ministerio de Transporte de Japón identificara irregularidades en sus solicitudes de certificación.
El lunes, el ministerio informó haber encontrado irregularidades en las solicitudes de certificación de modelos de Toyota, Mazda, Honda Motor, Suzuki Motor y Yamaha Motor. En consecuencia, ordenó a Toyota, Mazda y Yamaha suspender los envíos de algunos vehículos.
Estos acontecimientos marcan una expansión del escándalo de las pruebas de seguridad entre los fabricantes de automóviles japoneses.
El ministerio había pedido previamente a los fabricantes de automóviles que revisaran sus solicitudes de certificación de vehículos tras un escándalo de pruebas de seguridad en la unidad de automóviles compactos de Toyota, Daihatsu, que salió a la luz el año pasado.
El ministerio japonés descubrió que estas empresas habían falsificado o manipulado datos en sus pruebas de seguridad y procesos de certificación.
Toyota involucrado
Toyota Motor Corp., el mayor fabricante de automóviles del mundo por volumen, detuvo temporalmente los envíos y ventas de tres modelos de automóviles producidos en Japón.
Los modelos afectados incluyen el Corolla Fielder, el Corolla Axio y el Yaris Cross. Un portavoz de Toyota afirmó que la compañía todavía estaba investigando cuestiones relacionadas con la eficiencia del combustible y las emisiones de los vehículos, y tenía como objetivo completar la investigación a finales de junio.
El presidente Akio Toyoda pidió disculpas a los medios de comunicación por el fraude masivo en las pruebas de certificación de siete modelos de vehículos. Dijo: “Nos disculpamos sinceramente” y se inclinó profundamente en la conferencia de prensa.
También sugirió que algunas normas de certificación podrían ser demasiado estrictas, pero enfatizó: “No somos una empresa perfecta. Pero si vemos algo mal, daremos un paso atrás y seguiremos intentando corregirlo”.
¿Cómo surgió el escándalo?
Este escándalo es una continuación de los problemas de pruebas de seguridad que han afectado a la industria automotriz japonesa.
El año pasado, un escándalo que involucró a la unidad de automóviles compactos de Toyota, Daihatsu, reveló pruebas de seguridad de colisiones laterales manipuladas en 88.000 automóviles pequeños, la mayoría vendidos como Toyota.
Esto llevó al Ministerio de Transporte a ordenar a casi 90 fabricantes que reexaminaran sus procedimientos de prueba.
En diciembre de 2023, una investigación interna de Daihatsu demostró que la mayoría de sus vehículos no habían sido probados adecuadamente en cuanto a seguridad en caso de colisión. Posteriormente, Toyota suspendió todos los envíos de motores en enero después de que una investigación revelara cifras de potencia de salida falsificadas.
El presidente de Toyota, Akio Toyoda, reconoció: «El aparente desmoronamiento de los sistemas de prueba en Toyota y las empresas de su grupo es una vergüenza para un fabricante de automóviles que se ha enorgullecido durante décadas de la delicadeza de su producción».
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