Las empleadas investigadas de la Guardería Pecas de Pozuelo han tratado de invalidar las grabaciones de las cámaras de seguridad del interior del centro infantil y el testimonio de la estudiante en prácticas que destapó el caso de presuntos malos tratos a niños de muy corta edad.
Así se desprende de un auto, al que tuvo acceso Europa Press, en el que la Audiencia Provincial de Madrid valida las imágenes y ratifica la orden de alejamiento impuesta por la jueza que instruye el procedimiento penal a dos de las imputadas respecto al centro.
Los magistrados aseveran que las imágenes aportadas a la causa ponen de manifiesto que las cuidadoras tratan a los niños “bruscamente”, que a la hora de acostarlos “a la siesta les empujan contra colchonetas, les presionan la cabeza, les cubren con sábanas incluidas la cabeza, destacando que la mayoría de ellos se encuentra boca abajo existiendo riesgo de asfixia”.
La jueza de Instrucción número 3 de Pozuelo, la jueza María del Carmen Neira, investiga a seis extrabajadoras de esta escuela, entre ellas a la directora, por la presunta comisión de delitos de trato vejatorio, omisión del deber de socorro y lesiones, entre otras infracciones penales.
En la resolución, consta que una de las defensas, a cuyas alegaciones se adhieren otros abogados, se opone a dicha ratificación al considerar que no existe indicios de criminalidad respecto a sus clientas. En primer lugar, expone que “las grabaciones aportadas son totalmente defectuosas” y no “permiten la identificación de las personas que ahí aparecen”, agregando que las mismas carecen de sonido lo que distorsiona los hechos que contienen.
Otro abogado afirma incluso que se ha hecho “una interpretación tremendista de unas grabaciones sin audios” a las que se otorga “una gravedad extrema”, a lo que se opone tanto la Sala como la acusación particular.
Asimismo, otro de los letrados señala que hay que tomar la declaración de la denunciante con cautela, dado que incurre en “un grave error” al identificar mal a un posible menor agredido. Alega también que dicha medida cautelar es “desproporcionada” al no existir lesiones imputables a sus clientas, sin que se pueda hablar de “un trato degradante y mucho menos inhumano o tortura”.
Sin embargo, las familias afectadas visionaron el pasado mes de febrero ante la jueza al menos cinco vídeos que constan en las actuaciones en los que se muestra el presunto trato vejatorio que dispensaban las empleadas investigadas a los niños de hasta 3 años que tenían a su cargo.
TRATO ATENTATORIO
En la resolución, consta que la acusación particular sostiene que dichas imágenes ponen de manifiesto “un trato degradante y atentatorio contra la integridad de niños de muy corta edad, ejercido por sus cuidadoras y especialmente grave en el momento de las siestas de los niños”.
La Sala respalda igualmente la validez de las grabaciones, ya que considera que la calidad de las mismas permite la identificación de las investigadas. Los magistrados relatan que en uno de los casos se muestra a una de las empleadas “cogiendo a un menor del cuello, lo levanta en el aire y les aplasta la cabeza contra el suelo, presionándole”. En el caso de otra cuidadora, ésta tira a los niños contra las colchonetas y les propina patadas.
El caso lo destapó una trabajadora en prácticas que llegó a grabar vídeos de forma clandestina en los que se ve presuntas humillaciones a los menores, entre ellas les increpan diciéndoles que “vuestros padres son ricos”.
El pasado febrero, los progenitores declararon en relación a cómo se encuentran sus hijos, indicando que sufren secuelas por lo sucedido. En uno de los casos, la madre reconoció a su pequeño como el que aparece llorando en uno de los vídeos durante un tiempo considerable sin que las empleadas le atendieran.
“FRACASADO”
Los padres pudieron comprobar cómo las empleadas llegaban a decir a un menor que era “un fracasado” y que no iba a llegar a ser “nada en la vida aunque fuera muy inteligente”.
Además de estas humillaciones, los vídeos y fotogramas exhibidos en el juzgado mostraron zarandeos a los niños a manos de estas trabajadoras investigadas y situaciones de abandono al no atender a los menores.
La escuela infantil cerró sus puertas el pasado 15 de febrero por irregularidades urbanísticas al detectar el Ayuntamiento de esta localidad que llevaba años operando con cinco construcciones en las que se daban clases sin licencia.
En la causa, habría un total de 21 víctimas de hasta 3 años de edad por presuntamente ser objeto de vejaciones y malos tratos a manos de las empleadas.
A esta guardería acudían hijos de famosos futbolistas como Álvaro Morata, Antoine Griezmann, Saúl, Mario Hermoso, además de hijos de cantantes y empresarios que residen en urbanizaciones de la zona.
El pasado diciembre, la Policía Nacional detuvo a tres trabajadoras por presunto maltrato. Tras declarar en sede judicial, quedaron en libertad con medidas cautelares por orden de la magistrada.
La Policía Nacional ya detuvo el pasado 23 de noviembre a dos empleadas del centro infantil Pecas, una de las cuales sería la presunta autora de los hechos, mientras que la otra, más joven, sería su cómplice.
La investigación se inició a raíz de las denuncias de una trabajadora en prácticas que llegó a grabar vídeos de forma clandestina en los que se ve presuntas humillaciones a los menores, entre ellas les increpan diciéndoles que “vuestros padres son ricos”.
Esta mujer presentó una denuncia hace semanas ante la comisaría de la Policía Nacional de Pozuelo de Alarcón, donde aportó los vídeos. En alguno de ellos también había agresiones a menores, han indicado las mismas fuentes.
Ante la denuncia, los agentes especializados visualizaron éstas y otras grabaciones de seguridad que solicitaron al centro infantil tras destaparse el caso.