Todo está preparado para que el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) anuncie hoy una bajada de los tipos de interés de 25 puntos básicos, hasta colocar el precio del dinero en el 4,25%. Un recorte que descuentan los analistas y los mercados y con el que el eurobanco se adelanta por primera vez en la historia a la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos que, por el momento, descarta una rebaja de las tasas.
Con el nuevo movimiento que se prevé para hoy, el supervisor europeo da el pistoletazo de salida a la bajada de tipos de interés casi dos años después de que en julio de 2022 iniciara un ciclo de subidas con diez remontadas consecutivas, desde julio de 2022 hasta septiembre de 2023, que le ha llevado a colocar la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación en el 4,50%, la tasa de depósito, en el 4%, y la de facilidad de préstamo, en el 4,75%.
La bajada de hoy será la primera en ocho años, desde que en marzo de 2016 el supervisor europeo redujo el precio del dinero desde el 0,05% hasta el 0%.
Dos recortes más en 2024
La rebaja de tipos de interés que comenzará hoy continuará a lo largo del año, pero de “forma lenta”, señalan los analistas. La mayoría apuntan a que el BCE realizará dos nuevos recortes de 25 puntos básicos cada uno hasta finales de diciembre de 2024, pero no descartan que pueda producirse alguno más.
“Esperamos que el BCE recorte los tres tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos esta semana. Deberían ser los primeros 25 puntos básicos de los 200 que prevemos que se produzcan entre junio de 2024 y julio de 2025″, señala Rubén Segura-Cayuela, economista jefe de Bank of America para Europa. A su juicio, el próximo movimiento a la baja del supervisor tras el de junio será en septiembre.
Por su parte, los analistas de la gestora de fondos del grupo Natixis Loomis Sayles, inciden en que “un ciclo de recortes prolongado del BCE no es un hecho”. Argumentan que Europa se enfrenta a algunas incertidumbres persistentes que pueden impedir que baje la inflación y que las tasas de interés experimenten bajadas importantes debido a factores como una posible mejora de la economía, los elevados costes laborales unitarios, la incertidumbre geopolítica y la política fiscal.
Una inflación’ doblegada’
Uno de los catalizadores que ha impulsado a los responsables del BCE a bajar los tipos de interés ha sido el buen comportamiento de la inflación, que cada vez se acerca más a su objetivo del 2% después del máximo anual del 10,6% alcanzado en octubre de 2022 y de bajar en mayo de este año hasta el 2,6%. La misma tendencia ha seguido la inflación subyacente, que tras alcanzar un máximo del 5,7% en marzo de 2023, retrocedió al 2,9% el pasado mes de mayo.
“Aunque la caída de la inflación ha sido notable, el BCE debería seguir atento a los posibles efectos secundarios tras el aumento de los salarios, -los negociados subieron un 4,7% en la zona euro en el primer trimestre- y la evolución de otros costes, como el transporte marítimo, que se ha visto afectado por la crisis del Mar Rojo”, indica Franck Dixmier, CIO global de Renta Fija de Allianz Global Investors.
El eurobanco se ‘independiza’ de la Fed
Con el cambio de rumbo de su política monetaria, el BCE se adelanta a la Fed en la bajada de tasas de interés que, por el momento, opta por mantenerlas estables.
“La Fed necesita que la economía se ralentice, lo que no implica que entre en recesión, para que la inflación termine de moderarse antes de poder comenzar a bajar tipos. Si bien este escenario es algo más duro de asimilar para los inversores, es el más probable”, señala Juan José Fernández-Figares, director de Gestión Instituciones de Inversión Colectiva de Link Securities,.
La Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo, en su reunión de mayo, los tipos de interés sin cambios en la franja del 5,25% al 5,5%, dejándolos en su valor más alto en 23 años debido a la “falta de avances” para rebajar la inflación hasta el objetivo del 2%.
En este contexto económico, los responsables del BCE, entre ellos su presidenta Christine Lagarde, han defendido la independencia del eurobanco frente a la Fed a la hora de modificar los tipos de interés.
Además, antes que el BCE otros bancos centrales han dado el sorpaso a la Fed y han iniciado recortes de sus tipos, entre ellos, el Banco Nacional Suizo o el Riksbank de Suecia. Otros como los de Australia y Nueva Zelanda podrían ir a la zaga de la Reserva Federal al iniciar su ciclo de recortes, mientras que el de Japón está descontando subidas de tipos.
Euro vs dólar
Esta dispersión entre los bancos centrales ha contribuido a una diferenciación de rendimiento entre las divisas y el dólar estadounidense se ha mantenido entre los de mejor rendimiento en lo que va de año.
“El dólar sigue mostrándose como un refugio seguro”, indican desde Loomis Sayles. Argumentan que los distintos factores macroeconómicos, “desde el crecimiento mundial, China y la geopolítica, hasta el debate en torno a la Reserva Federal, los rendimientos de los bonos del Tesoro, el crecimiento y la inflación de EE. UU., han respaldado al dólar estadounidense”.
Por su parte, desde Mutuactivos prevén que una consecuencia inmediata del recorte de tipos de interés del supervisor europeo será tener un euro más débil frente a otras monedas como el dólar, ya que “al bajar el precio del dinero en Europa, se devalúa el euro frente al dólar”. Ello hará que a los países de la eurozona les resulte más caro importar productos de Estados Unidos.
Jumana Saleheen, economista jefe de Vanguard Europe, también advierte que la divergencia entre el BCE y la Fed a la hora de bajar los tipos de interés, “podría debilitar mucho a la moneda única frente al dólar, con un riesgo potencial al alza para la inflación que obligaría al BCE a ser más cauto”.
¿Qué pasa si el BCE no baja los tipos hoy?
Aunque es muy improbable, el Consejo de Gobierno podría decidir hoy mantener el precio del dinero en el 4,5%, lo que, además de dejar estupefactos a los analistas, impactaría en los mercados.
«Podría provocar una caída de los precios de las acciones y sobre todo de los bonos, principalmente los del Estado, ya que son más sensibles a las expectativas de una política monetaria más restrictiva», explica Nicolò Bragazza, gestor asociado de carteras de Morningstar Investment Management.
También los mercados de renta variable se verían afectados, sobre todo los sectores relacionados con los servicios públicos, el sector inmobiliario y los bienes de consumo discrecional, estima el gestor de Morningstar.