Los senadores empiezan a hacerse eco de lo que fue la sesión de ayer y del resultado. La Cámara de Diputados le dio media sanción a un proyecto de movilidad jubilatoria, y lo hizo luego de alcanzar un acuerdo entre el bloque kirchnerista y los sectores de la oposición dialoguista. Ahora, el escenario se muda a la Cámara del Senado y se empieza a reproducir entre los parlamentarios.
Aunque los legisladores de la Cámara alta están abocados al tratamiento de la Ley Bases y el paquete fiscal, la media sanción significó que comenzarán a aparecer señales de apoyo al proyecto.
Uno de los primeros fue el presidente de la UCR y senador, Martín Lousteau, quien en la red social X escribió: “La fórmula de movilidad jubilatoria que se aprobó en Diputados es una manera de recomponer el ingreso de quienes más están perdiendo contra el ajuste y la inflación. Felicitaciones a los diputados de la UCR. Espero que los senadores votemos con la misma convicción”.
Pero no fue el único. La senadora kirchnerista de Tierra del Fuego, Cristina López, también salió en apoyo de la norma que en las próximas horas ingresará a la Cámara alta. “Vamos a trabajar desde el Senado para que se le dé sanción al proyecto lo más rápido posible. Nuestros jubilados tienen que dejar de pagar el brutal ajuste de Milei”, sostuvo.
La legisladora adelantó que su voto será positivo al proyecto para recomponer los haberes jubilatorios, que ya tiene media sanción en el Congreso nacional. “Seis meses de Milei ya demostraron que es un gobierno incapaz hasta para repartir comida a los más necesitados. Los jubilados y jubiladas no comen ni se medican con ‘déficit cero’. Comen y se medican con alimentos y remedios que tienen que comprar con una jubilación digna”, expresó López.
El texto consensuado, que fue aprobado con 162 votos a favor y 72 en contra, propone una actualización mensual en base al último dato disponible del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Además, se incluirá una compensación extra -o “empalme”- con un 8,1%, dado que el Gobierno otorgó un 12,5% que no cubre el 20,6% de inflación de enero (mes que queda fuera de la actualización).
El haber mínimo garantizará la cobertura de la canasta básica del adulto mayor (que rondaría los $260.000). Sin embargo, para evitar que la actualización de la canasta básica -que se efectiviza después del pago de los haberes- no deje desfasados los aumentos, se optó por poner un mínimo equivalente a 1.09 de la canasta básica.
A su vez, la oposición incluyó de forma anual un adicional del 50% de la variación entre el RIPTE (promedio de los salarios) y el IPC para habilitar la posibilidad de mejorar las jubilaciones en contextos de crecimiento económico. Así, el IPC no se convertirá en un techo para los haberes.
Al momento de la votación en particular fue rechazado (111 votos en contra contra 109 a favor) el artículo 11 del dictamen que suprimía a partir de la entrada en vigencia de la ley las jubilaciones de privilegio de los Presidentes y Vicepresidentes.
El proyecto de ley con media sanción llegará al Senado en las próximas horas pero no comenzará a ser debatido, por lo menos, hasta dentro de dos o tres semanas. En la Cámara Alta aún se espera que llegue al recinto el proyecto de Ley Bases y el paquete fiscal que, se supone, recién pasará la semana que viene.
Con estos plazos, y teniendo en cuenta que la semana que va del lunes 17 al viernes 21 hay tres feriados -lunes, jueves y viernes- es poco probable que los senadores viajen desde sus provincias a la Ciudad de Buenos Aires, por lo que su tratamiento sería para finales de junio o principio de julio.
De todos modos, el presidente Javier Milei ya adelantó que vetará cualquier reforma que ponga en riesgo el equilibrio de las cuentas públicas. Sin embargo, desde la oposición parlamentaria -la UCR, HCF, la CC, bloques provinciales y el kirchnerismo- le recordaron que el parlamento puede anular el DNU que está dispuesto a emitir el jefe de Estado.
Para que eso suceda, el mecanismo es el siguiente: si el Presidente veta total o parcialmente una ley, el proyecto regresa a la Cámara de origen, donde será considerada primero y luego pasará nuevamente a la Cámara revisora. Si ambas insisten en su sanción, se podría ratificar el proyecto inicial. La única restricción que aplica es que, sin importar si fue aprobada por mayoría simple -la mitad más uno-, en el proceso de revisión deberá ser ratificada en ambas Cámaras por los dos tercios de los votos, es decir, una mayoría especial. S eso sucede, el Poder Ejecutivo deberá aceptarla y reglamentarla en el plazo que establece la normativa vigente.