Según un reciente informe de la Defensoría del Pueblo hay presencia de los tres cárteles de drogas mexicanos más fuertes: el Cartel Jalisco Nueva Generación, Los Zetas y el Cartel de Sinaloa.
El más peligroso, no solo por su presencia en Colombia sino por sus redes en diferentes partes del mundo, es el de Sinaloa. Este es conocido por el tráfico de drogas como cocaína, heroína, metanfetamina y, más recientemente, fentanilo.
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El Cartel de Sinaloa ha sido detectado principalmente en la región Caribe, en los departamentos de Bolívar, Sucre, La Guajira, Magdalena, Atlántico, César y en el archipiélago de San Andrés y Providencia. Esta presencia se traduce en un incremento de extorsiones, masacres y homicidios en estas áreas.
“El escenario de riesgo se presenta por el escalamiento del conflicto en el Área Metropolitana de Barranquilla por el control de las rentas de las economías ilícitas entre el grupo armado ilegal AGC (Clan del Golfo) y las estructuras de crimen organizado. Se destaca también la presencia y/o accionar de nuevas estructuras transnacionales como Los Malean (Venezuela), Tren de Aragua, Cartel de Sinaloa (México) y el Cartel de los Balcanes (mafias albanesas o serbias)”, se lee en el documento.
El informe también menciona la presencia del Cartel de Jalisco Nueva Generación (Cjng) en Colombia, con variaciones en su influencia en diferentes regiones, como Cali. Esta ciudad, debido a su posición geográfica, se ha convertido en un centro estratégico para el suroccidente del país, donde se concentran los tres corredores principales de tráfico de droga y armas.
Estos corredores son el oriental, que conecta el departamento del Valle del Cauca con el norte del Cauca, bordeando el río Cauca; el corredor occidental, que conecta con el norte del Cauca, pasando por Jamundí e integrándose con Cali, logrando salida al mar por el Puerto de Buenaventura; y el corredor central, la vía Panamericana, que conecta a Cali con el sur del país.
En el suroccidente colombiano también se ha detectado la presencia de actores armados como las AGC y carteles al servicio del narcotráfico como Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y Los Zetas. Todos ellos compiten por el control de las economías ilegales.
La violencia de grupos armados ilegales en Colombia
Desde 2019 hasta 2024, la expansión de estos grupos ha sido evidente. Por ejemplo, el ELN operaba en 149 municipios en 2019 y ahora está presente en 232. El Clan del Golfo, que son varias organizaciones residuales que surgieron después de que se acabaran las AUC, es el grupo con mayor expansión: operaban en 213 municipios en 2019 y ahora tienen presencia en 392 municipios.
Entre 2019 y 2024, la presencia de facciones disidentes de las Farc también aumentó; lo hizo en un 141%, pasando de 124 municipios en 2019 a 299 en 2024, incluyendo el Estado Mayor Central (EMC), la Segunda Marquetalia y otras disidencias.
Este crecimiento ha sido impulsado principalmente por el EMC, que ha pasado de 14 subestructuras en 2021 a 26 en la actualidad. Sus principales actividades ilegales se concentran en el suroccidente colombiano, el oriente antioqueño y el sur de Bolívar. La Segunda Marquetalia, aunque no ha crecido al mismo ritmo que otras facciones, cuenta con aproximadamente 15 subestructuras, principalmente distribuidas en el suroccidente del país.
Los departamentos que tienen más advertencias de la Defensoría del Pueblo por posibles masacres, asesinatos y hechos violentos son:
- Antioquia: 36 alertas tempranas.
- Chocó: 36 alertas tempranas.
- Valle del Cauca: 35 alertas tempranas.
- Cauca: 29 alertas tempranas.
- Nariño: 22 alertas tempranas.
Lo anterior da cuenta de un recrudecimiento del conflicto en el que se han fortalecido todo tipo de actores armados, tanto durante el gobierno del expresidente Iván Duque (2018 -2022) como en lo corrido el Gobierno actual (2022 – 2024). La vida de cientos de colombianos, ubicados en las mismas zonas históricamente abatidas por la violencia, vuelve a correr peligro.