El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha defendido que está “justificado” que el Gobierno haya anunciado que se suma a la demanda de Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) a tres días de las europeas porque “la guerra no entiende de elecciones”.
En una entrevista en la Cadena Ser, recogida por Europa Press, Albares ha explicado que un equipo de una docena de diplomáticos y expertos de la Asesoría Jurídica de su Ministerio llevaban semanas analizando la demanda sudafricana así como las medidas cautelares dictadas por la CIJ en los últimos meses para tomar una decisión.
“Esto no es una conversación de café que se pueda tener sobre opiniones”, ha señalado el ministro, asegurando que “uno no entra en una demanda de este tipo y no compromete la responsabilidad del Estado español sin haber hecho un análisis sólido y jurídico”, como ha sido el caso.
El resultado de dicho análisis le fue facilitado el miércoles por la tarde por el secretario de Exteriores, Diego Martínez Belío, y a continuación él se lo trasladó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “Tomamos la decisión de anunciar hoy que intervenimos en la demanda”, ha indicado.
En cuanto a las acusaciones de electoralismo en el anuncio que ha hecho el PP, el ministro ha esgrimido que visto que ya hay más de 36.000 civiles palestinos muertos y que Israel no ha dado muestras de que vaya a acatar las medidas cautelares de la CIJ les pareció que “era más que justificado”.
“La guerra, los miles y miles de civiles palestinos inocentes muertos, las decisiones del Tribunal Internacional de Justicia no entienden de elecciones en Europa”, ha remachado.
Por lo que se refiere al debate sobre si Israel está cometiendo genocidio en Gaza, Albares se ha aferrado al argumento de que debe ser la CIJ quien lo dictamine, más allá de las “opiniones personales” que puedan emitir otros ministros al respecto.
NO EMITIR UNA SENTENCIA ANTES QUE LA CIJ
El ministro ha defendido que si España defiende que no se puede desconocer la legalidad internacional y las decisiones de la CIJ, entonces “lo que no podemos hacer es correr y decir nosotros cuál es la sentencia, porque flaco favor estaríamos haciendo y porque eso no es lo que va a ayudar a los miles y miles de gazatíes que esta noche se acuestan sin saber si mañana seguirán vivos porque va a haber otro bombardeo”.
El ministro ha insistido una vez más en que la crisis diplomática con Argentina no es comparable con la que hay con Israel a raíz del reconocimiento de Palestina. “Sinceramente no soy capaz de entender cómo alguien puede trazar una similitud entre ambos casos”, ha esgrimido.
En este sentido, ha sostenido que la decisión de llamar a consultas y luego retirar a la embajadora en Buenos Aires a raíz de que el presidente argentino, Javier Milei, tildó en Madrid a la mujer de Sánchez de “corrupta” fue “la medida adecuada y acertada en ese momento”.
Por contra, ha recalcado que en el caso de Israel no se plantea retirar a la embajadora en Tel Aviv. “No creo que fuera una medida a la altura de lo que está ocurriendo”, ha sostenido, incidiendo en que lo que se busca en este caso es “parar una guerra”. “Sería como poner una tirita para un cáncer”, ha apostillado.
Asimismo, ha confirmado que por el momento España, Irlanda y Noruega creen que no es “necesario” responder ante los “ataques completamente injustificados” por parte del ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, y que formaban parte de “una estrategia de provocación” dado que estos están “remitiendo”.