La inflación porteña llegó al 4,4% en mayo, el dato mensual más bajo desde febrero de 2022. Además, la cifra anual fue de 280,9%, por lo que por primera vez exhibió una baja en términos interanuales.
El miércoles próximo se conocerá el dato nacional del Indec, que se ubicó cerca del 5%; el Gobierno apuesta a que sea un número levemente inferior, mientras que las consultoras estimaron que en junio llegaría al 5,5% y quedaría en ese piso mensual hasta noviembre. El mes pasado la Argentina volvió a registrar la inflación más alta de la región, ya que Venezuela quedó en 78% y el resto de los países en un dígito el último año.
Entre ambas mediciones (la nacional y la porteña) hay dos diferencias clave: en la porteña pesan más los servicios y, además se toma en cuenta una canasta de ingresos más actualizada.
El resultado general del último año en CABA fue superado por seguros y servicios financieros (343%), salud (296%), educación (283%) y viviendas (282%).
Una parte de la cifra mensual se explica por la decisión del Gobierno de no aplicar el mes pasado incrementos en las tarifas de los servicios públicos que pasaron para este mes y por la presión sobre la medicina prepaga para reducir los incrementos en las cuotas a sus afiliados.
La Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, que informa la inflación desde 2012 cuando los datos del Indec se manipulaban, registró una suba mayor en los alimentos que en el índice general el mes pasado.
Según el informe del organismo dirigido por María Eugenia Lago “durante el mes de mayo el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA – base 2021 = 100)1 registró un incremento de 4,4%, acumulando en los primeros cinco meses del año una suba de 80,2%”.
De este modo, “la trayectoria interanual –i.a.– de este indicador se ubicó en 280,9% (-11,6 puntos porcentuales -p.p.- por debajo del mes previo)”.
En este sentido, José María Donati, actual subsecretario de Vinculación Operativa con el Sistema Estadístico de la Ciudad -que fue director del ente que mide el IPC durante 16 años- afirmó que “esta importante reducción respecto de abril se explica, en parte, por una marcada retracción del consumo”.
También, aclaró, “por la saludable heterodoxia del equipo económico al retrotraer los aumentos de la medicina privada y postergar los aumentos de los servicios de electricidad, gas y agua”.
Al respecto, los datos porteños muestran que “los principales impulsos provinieron de los aumentos en las siguientes divisiones: Alimentos y bebidas no alcohólicas (4,8%), Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (4,8%), Restaurantes y hoteles (5,7%), Transporte (5,2%) e Información y comunicación (7,7%)”. En particular, “los Bienes registraron un alza de 3,8% y los Servicios de 4,8%”.
“Para que esto no sea un piso y continúe una senda inflacionaria descendente es necesario que el gobierno presente un plan económico integral. Una posibilidad que abre un plan de estas características es fijar mecanismos indexatorios en función del objetivo de una inflación cada vez menor en el futuro y no de la inflación pasada”, subrayó Donati.
El informe indicó que “durante mayo la variación del IPCBA respondió fundamentalmente a las subas en las siguientes divisiones: Alimentos y bebidas no alcohólicas, Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, Restaurantes y hoteles, Transporte e Información y comunicación, que en conjunto aportaron 3,41 p.p. al alza del Nivel General”.
En el caso de los alimentos, “los principales impulsos provinieron de Verduras, tubérculos y legumbres (24,2%), Leche, productos lácteos y huevos (4,5%), Pan y cereales (3,5%) y Carnes y derivados (2,5%)”.
En el rubro de “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles impactó principalmente las subas en los valores de los alquileres y de los gastos comunes por la vivienda. Le siguió en importancia, el arrastre que dejó la actualización de la tarifa residencial del servicio de suministro de agua”.
En tanto, “Restaurantes y hoteles se elevó 5,7% e incidió 0,59 p.p., como resultado de las alzas en los precios de los alimentos preparados en restaurantes, bares y casas de comida”.
A su vez, Transporte registró una suba de 5,2%, “principalmente por la actualización en el valor del viaje en subte (a partir del 17 de mayo). Le siguieron en importancia, las alzas en los precios de los combustibles y lubricantes para vehículos de uso del hogar, de los estacionamientos y de los peajes”.
En cambio, operaron en sentido contrario “las caídas en los valores de los pasajes aéreos, que contribuyeron a quitar presión sobre esta división”.
Por otra parte, el sector de Información y comunicación promedió un incremento de 7,7% “debido a las subas en los abonos de los servicios de comunicación agrupados y de telefonía móvil”.
Por último, “los bienes y servicios estacionales promediaron un alza de 3,9%, como resultado de comportamientos contrapuestos: incrementos en los precios de las verduras y de las prendas de vestir, que fueron parcialmente contrarrestados por caídas en los valores de las frutas y de los servicios turísticos (pasajes aéreos, alojamiento en hoteles y paquetes vacacionales)”. En términos interanuales, “este agregado se aceleró hasta 206,1% i.a. (+1,2 p.p.)”.