De luto se encuentran los médicos y enfermeras de la Clínica Porto Azul de Barranquilla, luego de que una de sus compañeras del sector salud falleciera frente a las instalaciones del centro asistencial al ser alcanzada por un vehículo particular que no logró frenar al verla en la vía.
A pesar de estar a unos cuantos metros de un lugar que suele atender accidentes similares al suyo, el impacto fue tal que falleció en la vía, con varias fracturas y traumatismos por todo el cuerpo.
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De ahí el llamado de los barranquilleros a instalar más puentes o pasos peatonales en la Vía al Mar para que miembros del sector salud y pacientes no expongan su vida como Vera Judith Miranda, de 50 años, quien es llorada por la comunidad.
“Faltan puentes peatonales en esta vía. Pobre mujer”, “De verdad que hace falta más sentido de pertenencia por la integridad de los peatones y el tránsito seguro en esta vía”, “Yo casi todos los días paso por ahí y en todo el trayecto solo hay un puente peatonal desde el sector de la circunvalar y hasta la prosperidad”, se lee en los comentarios de quienes conocieron la noticia sobre su deceso.
Cinco recomendaciones de la Agencia Nacional de Seguridad Vial para cuidar de los actores viales con mayor riesgo: los peatones
- No obstaculice con los vehículos los andenes, que son los espacios que necesita el peatón para transitar de manera segura.
- Dale siempre prelación en la vía cada vez que intente cruzar.
- Haga una adecuada gestión de la velocidad, especialmente en zonas escolares y residenciales.
- Sea considerado en la lluvia para no salpicarlos y permítales el paso reduciendo su espera en estas condiciones.
- Recuerde que en cada curva puede haber alguien, evitemos sustos e incidentes manteniendo baja la velocidad.
La Ansv sigue trabajando en proteger la vida de los peatones:
La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) ha venido trabajando en estrategias para proteger a los peatones, posicionándolos como una prioridad dentro de la pirámide invertida de la movilidad. En este contexto, se realizó una investigación para identificar prácticas de riesgo cotidianas y promover estrategias de mejoramiento de la seguridad, con un enfoque inclusivo para adultos mayores y menores de edad. Esta investigación fue desarrollada en tres fases y dejó recomendaciones específicas para 23 municipios del país involucrados en el estudio.
Entre los hallazgos preliminares del estudio, se identificaron varios factores de riesgo para los peatones asociados a la infraestructura. Estos incluyen la falta de pasos peatonales, su mal estado o su obstaculización por vehículos, la falta o fallas en la semaforización, la invasión del espacio público destinado a zonas peatonales, y la poca señalización que afecta la visibilidad.
También se destacó la importancia de estas áreas para mejorar la seguridad desde una perspectiva más inclusiva, tomando en cuenta las necesidades de los adultos mayores y los menores de edad.
El comportamiento de los peatones también fue un foco de la investigación. Se observaron riesgos derivados del desconocimiento de la norma, la falta de cálculo al cruzar la calle, el uso de dispositivos como celulares y audífonos mientras caminan, además de comportamientos temerarios.
Otro factor importante es la distracción por la capacidad motora, que puede estar deteriorada en adultos mayores, y por el juego, frecuentemente observado en menores de edad. La ANSV subraya la necesidad de ser conscientes de estos factores para disminuir los riesgos.
En cuanto a factores externos que afectan a los peatones, la investigación señaló la invasión del espacio público por conductores, especialmente motociclistas, la conducción temeraria, y la falta de señalización adecuada. Otras preocupaciones incluyen el deterioro y el déficit de infraestructura peatonal y vial. Estos elementos resaltan la necesidad de políticas públicas y acciones concretas para mejorar la infraestructura y la normatividad relacionada con la seguridad peatonal.
Entre las tres fases del estudio, se trabajó en la identificación de prácticas de riesgo cotidianas y en la creación de recomendaciones específicas. Estas recomendaciones tienen como objetivo fortalecer a los territorios para implementar buenas prácticas que mejoren las condiciones de seguridad. Al final de este proceso, se publicará una guía práctica destinada a los tomadores de decisiones, con el fin de ayudarlos a implementar estas medidas de manera efectiva.