El presidente Javier Milei logró en una sesión maratónica y extenuante en el Senado un triunfo político rotundo. Envió así una señal de gobernabilidad que esperaban los mercados, que habían empezado hace dos semanas a encender luces rojas en la cotización del dólar, bonos y un salto del riesgo país. Fue la consagración de la negociación política que lideró el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para dejar el desempate en manos de la vicepresidenta Victoria Villarruel.
El jefe de Estado se subió al avión que lo lleva a la reunión del G7 seguro de que la tarea delegada en Francos se había cumplido. Milei se había corrido y dejó en manos del flamante ministro coordinador la rosca para garantizarse los votos necesarios. Tuvo libertad para ofrecer obras, recursos, reivindicaciones varias y hasta alguna que otra embajada. Todo lo que hiciera falta para que se aprobara lo central: de las facultades delegadas, a la reforma laboral light o el RIGI.
Como reveló el lunes Infobae, Milei había decidido poner en cabeza del jefe de Gabinete las “efectividades conducentes” presentadas por los senadores. “Ley Bases: Francos”, respondió Milei el domingo, cuando se le consultó la suerte que esperaba en la Cámara alta. La última semana, hasta Karina Milei se dedicó a otros menesteres. “El Jefe” dejó también el campo libre.
Esta victoria política implica, en los hechos, una doble derrota para el kirchnerismo. Más allá de la violencia callejera, los senadores referenciados con Cristina Kirchner no lograron bloquear los acuerdos tejidos con sigilo con gobernadores, algunos del -hasta anoche- granítico bloque de 33. El catamarqueño Guillermo Andrada, la tucumana Sandra Mendoza y la jujeña Carolina Moisés aportaron para los 38 votos a favor. Por primera vez estuvo en duda algo que venía ordenando el funcionamiento del Congreso: “A la mañana hay 33, a la tarde hay 33 y a la noche hay 33″, le dijo a Infobae la semana pasada una de las figuras más prominente de Unión por la Patria.
Pero también fueron clave el radical Martín Lousteau, que dio el quórum, para iniciar el debate pese a su voluntad de votar en contra del proyecto en general. Y los santacruceños Natalia Gadano y José María Carambia, que habían convocado a los senadores a no sesionar y que, primero se sentaron en sus bancas, y luego se fueron. Con ellos fuera, la paridad quedó en 35 para la discusión en particular. No fue ajeno esa estrategia el gobernador Claudio Vidal, un sindicalista petrolero que derrotó décadas de hegemonía kirchnerista con sagacidad y flexibilidad para hacer acuerdos.
Gadano y Carambia habían sorprendido a propios y extraños cuando anunciaron por medio de un video en la red social X que no iban a dar quórum. Fue el martes a la noche y la novedad sorprendió a Francos, que se enteró en vivo, al ingresar a la reunión de la Asociación Conciencia, en una rueda de prensa. Minutos después, Infobae le mostró al jefe de Gabinete el video donde ambos senadores anticipaban su posición. “No pasa nada”, respondió Francos cuando este cronista le preguntó si corría riesgo la sesión que terminó esta mañana con dos triunfos resonantes para el gobierno.
El Gobierno consiguió con la aprobación de la Ley Bases y del paquete fiscal una señal clara de gobernabilidad y una demostración de que está dispuesto a enfrentar con éxito, tanto en el Congreso como en la calle, la resistencia que propone el kirchnerismo a sus planes. Era imprescindible que llegara a Bari con ese triunfo bajo el brazo. Iba a ser complicado ver a los líderes del G7 con las imágenes de autos quemados, violencia política y encima una derrota parlamentaria.
Como anticipó Federico Millenaar en Infobae, en Diputados se da por descontado que habrá un trámite rápido y sin contratiempos. Los radicales, con Rodrigo De Loredo a la cabeza, están dispuestos a dar su apoyo -tras aprobarle una ley jubilatoria que le pegó en el espinazo del déficit cero- al igual que los provinciales y el Centrão que representa el bloque de Miguel Ángel Pichetto.