El comportamiento de los gatos es diametralmente distinto al de los perros. Desde su sociabilización, tanto con personas como con otros animales, hasta sus maneras de jugar, estas mascotas presentan particularidades que los distinguen.
A la hora de adoptar un gato se debe, antes que nada, entender cómo funciona su mente. La importancia del juego, del acondicionamiento apropiado del lugar donde van a vivir, si es conveniente que se críen solo dentro del hogar o que tengan permitido el acceso a exteriores, entre otros aspectos fundamentales.
En un nuevo capítulo de Data Animal, el médico veterinario y especialista en comportamiento animal, Ricardo Bruno, explica la manera en la que piensan los felinos, sus necesidades, y hace hincapié en la importancia de la educación sobre este tema para prevenir malentendidos o conductas que puedan ser perjudiciales para los gatos. “Yo creo que los perros viven con nosotros y los gatos nos dejan vivir con ellos”, comentó.
En ese sentido, el experto señala que es esencial entender que un gato no va a responder de la misma manera que un perro, ya que eso suele ser una fuente de frustración para muchas personas que deciden adoptar un felino por primera vez. “El tema es la educación. Fuera de lo que uno quiera, uno se tiene que preparar lo más que pueda para lo que uno desea. Uno quiere empezar con computación, tiene que saber algo, y con esto es lo mismo, para no sentirse defraudado”, resaltó el veterinario.
Además, aclaró que en realidad no son tantas cosas las que se deben tener en cuenta: “Le tienen que permitir que, si es un gato chiquito, tenga unos meses de juego activo, de juego de cacería, porque es el único aspecto lúdico que tienen. Entender que el gato no es un animal social. No digo que sea asocial, pero no tiene la misma estructura social que el ser humano, cosa que sí pasa con los perros; y por eso tenemos la afinidad que tenemos. Y el gato, una de las características que tiene, es que se le tiene que respetar sus tiempos”.
-Los gatos a los que se les dice “ferales”, ¿se pueden adaptar a vivir en una casa?
Ricardo Bruno: -Bueno, hay que verlo más en detalle. Depende de la edad, de qué tipo de gato feral se trate. Pero sí, creo que me das pie para que pueda decir algo que siempre comento y que a veces no cae muy bien. En ocasiones, por querer hacer un bien se hace un mal, ya que le arruinan la vida al pobre gato que se adaptó a vivir en la calle. La pérdida de su libertad y de sus patrones de conducta, a los cuales está habituado, lo sufren mucho. Yo atiendo muchos, porque me dedico a atender animales domésticos de compañía y se hace complicado explicarle a la gente. Muchos se siguen sintiendo que salvaron una vida.
En ese tono, agregó además que ese “rescate” no solo puede significar un inconveniente para el animal, sino también para las personas que conforman el hogar: “Muchos de esos animales, ese estrés, lo canalizan a través de agresividad. Entonces, el día que termina lastimado alguno de la familia, ese gato tiene otro rumbo”.
En relación a los gatos que viven en las calles, el veterinario manifestó que los controles que son posibles en continentes como Europa, en América Latina son más difíciles de realizar, tanto por la falta de insumos como por la poca voluntad por parte de las autoridades estatales para abordar la problemática. “Ya en muchos países de Europa está prohibido sacar gatos de la calle. Justamente, el otro día estuve haciendo un informe, hablo de una legislación del 2023, y los animales domésticos que están en la calle son responsabilidad de la comuna. Después, hay un trámite en el que se tiene que ir a la municipalidad para decir: ‘Yo quiero ese animal’. Pero eso va de la mano de que también tienen chips. Aunque es otra cosa”, dijo Bruno
-El gato, ¿puede salir de casa, inspeccionar, volver? ¿Cómo es la calidad de vida de los gatos indoor y outdoor?
Ricardo Bruno: -Yo no tengo la menor duda que la mejor calidad de vida es la del gato outdoor. De hecho, no presentan prácticamente problemas de comportamiento, algo que aparece en los indoor. Ahora, estadísticamente, un gato indoor vive el doble que uno outdoor. O mejor dicho, el outdoor vive exactamente la mitad de tiempo que uno indoor estadísticamente. ¿Por qué? Porque los matan los perros, porque los agarra un auto, porque se enganchan enfermedades retrovirales a la noche, tras pelearse con otros gatos. Entiendo la angustia del que tiene un gato y no quiere que le pase nada, además de que sabe que va a vivir menos años.
Sin embargo, para quienes desean que el gato se mantenga en interiores, o simplemente no tienen la posibilidad de brindarle un espacio exterior, hay ciertas alternativas que pueden mejorar la calidad de vida del felino: “Yo lo he vivido con una protectora alemana que me contrató, con la que trabajé mucho tiempo yendo a refugios de perros en Turquía y todo Europa, pero también tenía refugios de gatos. Es lo que ahora se conoce como enriquecimiento ambiental o gatificación, una acción que, dentro de todo, ayuda bastante. Los alemanes llegaban al extremo de la excelencia, al concretar distintos lugares que siempre estaban en zonas altas, y permitán que los felinos caminaran por tubos de acrílico, o les ponían árboles”.
“La verdad que si un propietario, en este momento en Buenos Aires o donde sea de la Argentina y el mundo, le presta atención al tema enriquecimiento ambiental, que algunos llaman gatificación del ambiente, eso ayuda a que el gato tenga una vida mejor. Pero para mí, el gato outdoor tiene una mejor calidad de vida, a nivel comportamental”, resaltó Bruno.
-Si ya tengo un gatito y voy a traer otro rescatado a mi casa, ¿cómo lo puedo hacer?
Ricardo Bruno: -Es complejo. Lo que pasa es que, como todo en comportamiento animal, uno tiene que aprender a ver el bosque y no el árbol. Depende de si los dos gatitos son de la misma edad, del mismo sexo y de la vida que ha tenido cada uno. Para decirte cosas extremas: si vos tenés un gatito de siete años, que lo agarraste de chiquito y toda su vida se crió en un departamento, sin contacto con otro gato, y vos encontrás uno de la calle, de dos o tres años, va a ser complejo. Pero hay técnicas, como es el acercamiento progresivo con jaulas, para que se vayan habituando. Después puede surgir, como nos pasa a los humanos y a todos los seres vivos, una cuestión de piel. Hay animales que se llevan bien de entrada, aunque las condiciones no sean las óptimas, y otros que uno prepara todo, pero se llevan mal igual. En líneas generales, hay que usar el sentido común. Y también hay que pensar en el ejemplo que te di, uno tiene un gato que ha vivido más de la mitad de su vida con un ritmo de vida: solo y acostumbrado a la gente, pero no a otros gatos. La verdad es que le complica la vida.
Asimismo, el veterinario explica que el propósito de la recomendación por parte de los refugios de adoptar gatitos de a dos puede ser por esta misma razón: “Yo no creo mucho en eso, pero tal vez sea también para para ubicar dos gatos. El proteccionismo tiene mucha pasión y su meta es reubicar animales, y que los animales tengan hogar”.
Aunque adoptar dos gatos juntos puede tener ventajas, si se tienen en consideración aspectos como que tengan distinto sexo. Esto incrementa las probabilidades de que se lleven bien y que no surjan situaciones de agresividad. Una vez que terminen de desarrollarse, se los puede castrar.
Un problema importante es la devolución de los gatos a los refugios, debido a la recomendación de los médicos a las mujeres embarazadas de que no convivan con ellos. “Es una lucha con los médicos humanos desde que yo me recibí de médico veterinario. La toxoplasmosis, en realidad, y más en países de Sudamérica y en Argentina, es más problemática con la lechuga mal lavada que con el gato. Pero no deja de ser una realidad, de que es una enfermedad que si afecta en el primer tercio de gestación de la mujer puede traer problemas graves al feto”, manifestó Bruno.
En ese tono, explicó que la toxoplasmosis se transmite a través de quistes que se liberan en la materia fecal del gato y pueden ser aspirados, no por la presencia del felino en sí. Es por ello que recomienda que las mujeres embarazadas, cuya prueba de Sabin-Fieldman para detectar anticuerpos de la enfermedad es negativa, no entren en contacto con el arenero del gato. Si presentan anticuerpos contra la toxoplasmosis, no sucede ningún problema ya que el parásito “ya no pasa la barrera placentaria”.
“Una mujer que está embarazada puede tener gato, pero que el marido o quien sea se encargue de limpiar la caja sanitaria con las piedritas, que ahí es cuando puede llegar a aspirar al patógeno. No deja de ser un tema importante, pero los médicos humanos le tienen una particular idea y esa apreciación va pasando de generación en generación de médicos”, declaró.
Para evitar la devolución de gatos debido a esta problemática, Bruno asegura que la mejor manera es la educación, ya que “resuelve un 70-80% de los problemas” en lo que respecta a comportamiento animal.
-La pregunta Vital Can: danos tres tips para la gente que quiere enriquecer el ambiente de su animal en su casa.
Ricardo Bruno: -Los gatos necesitan un lugar alto que les genera tranquilidad, seguridad. De hecho, la mayoría de los gatos, sin que nadie haga nada en el departamento, se ponen arriba de la heladera. Ahora hay muchas cosas, pero lo más económico es un estante. Un lugar donde el gato pueda llegar y estar en el centro de la casa, pero donde se sienta seguro. Y después, otro tema importantísimo, es que el gato tenga un lugar donde pueda esconderse. Plantas grandes, o a veces haciéndole agujeros a cajas grandes, el gato se mete por un lado, sale por el otro. Hay unos túneles que venden ahora, son como los de los bebés. Los estantes es lo más económico, siempre y cuando el gato pueda acceder solo, no para que lo tengan que subir ahí.
Para finalizar, el experto destacó que un perro no juega de la misma manera que un gato, y que se debe entender cómo funciona la mente felina para no sentirse defraudado y poder brindarle las mejores condiciones de vida. Es por eso que recomendó, sobre todo, actividades de juego que estimulen la conducta de cacería.
“Hay uno que se llama ‘caña de pescar’, que es un palito con una plumita. A mí no me gusta porque lo frustra al animal. Lo que aconsejo a la gente, en vez de plumitas de colores, es algún peluche, cosa de jugarle con eso y dejar que lo cace. Que lo atrape con las patas en la tela, que lo muerda y que le pegue con las patas traseras”, describió Bruno,
Es sumamente importante este método de juego, ya que “eso es algo que a los gatos les hace muy bien y los descarga mucho. Sobre todo, evita que tengan conatos de agresividad hacia las personas o animales”.