En Argentina, se estima que más de 140 mil personas viven con virus de inmunodeficiencia humana (VIH), aunque aproximadamente un 13% desconoce su diagnóstico, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud de la Nación.
Cada año se notifican en promedio 5.300 nuevos casos de VIH en el país. Una de las barreras más difíciles para acceder al tratamiento es vencer la estigmatización y los tabúes que aún siguen instalados en ciertos ámbitos respecto al virus, lo que hace que muchas personas por vergüenza o prejuicios eviten hacer la consulta médica.
Para vencer esos miedos y poder enterarse en la intimidad, las pruebas domiciliarias, conocidas como autotest, permiten un primer diagnóstico que debe reconfirmarse con un especialista y un análisis de laboratorio.
El primer autotest para detectar el VIH está disponible para la compra del público general en Argentina. Este avance, que se traduce en dos pruebas con características similares, busca facilitar la detección temprana del VIH, con una opción accesible que permite realizar el examen en casa y detectar la presencia del virus en la intimidad.
“También, reconoce a los pacientes como positivos de 1 a 14 días antes que las pruebas de segunda generación. Varios estudios de revisión y metaanálisis han demostrado que la recolección de sangre para la autoprueba del VIH es más precisa en comparación con el fluido oral (saliva) de las pruebas de diagnóstico rápido”, señalaron en un comunicado de prensa.
El doctor Miguel Pedrola, Director Científico para Latinoamérica y el Caribe de AHF, se refirió a estos test y señaló: “En AHF Argentina buscamos generar conciencia acerca de la importancia de acceder a un diagnóstico temprano para poder realizar un tratamiento efectivo rápidamente. A lo largo de estos 10 años, gracias a las campañas de prevención llevadas a cabo en el país, se lograron diagnosticar de manera temprana a 4,162 personas que viven con VIH, de las cuales el 95% fueron vinculadas al sistema de salud, lo que equivale a más de un diagnóstico por día”.
Cómo funcionan los tests y cuáles son sus diferencias
La tecnología de estos autotests es similar a la que se aplica en las pruebas del sistema de salud, aunque diseñada para facilitar el acceso a cualquier persona. En la actualidad, hay dos tipos disponibles: el Panbio HIV Self Test y el CheckNOW HIV Self Test. El procedimiento es sencillo: consiste en una pequeña punción en el dedo para obtener una muestra de sangre.
El autotest Panbio™ HIV SELF TEST, elaborado por el laboratorio Abbot, es un dispositivo que, a través de un análisis rápido de sangre que proporciona resultados en unos 15 o 20 minutos, permite la detección cualitativa de anticuerpos contra VIH-1 y VIH-2. Se trata de un inmunoensayo rápido de tercera generación, de venta libre y con un solo uso. En tanto, el CheckNOW HIV Self Test, con un funcionamiento similar, será distribuido exclusivamente a través de ONG.
Ambas pruebas están diseñadas para ser utilizadas por personas sin formación profesional. Según detalla el laboratorio, la sensibilidad del autokit es del 95.1% (probabilidad de que una persona infectada por el VIH tenga en la prueba un resultado positivo) y la especificidad es del 99,6% (probabilidad de que un individuo sano tenga un resultado negativo en la prueba). Sin embargo, estos números trepan al 100% y 99.9% en usuarios entrenados.
Según detallaron, el primero de los autotest está diseñado para usuarios no capacitados y puede identificar a las personas como positivas entre 1 y 14 días antes que las pruebas de segunda generación, permitiendo una detección más temprana y reduciendo la transmisión. Asimismo, aclararon que no sirve como prueba de detección previa a la donación de sangre y resaltaron que se adquiere a través de la plataforma web mitest, que permite recibirlo en el domicilio en un envase que no revela información del producto en el exterior, o también se puede retirar en persona.
Por otro lado, el autotest para VIH CheckNOW™ es ideal para ser usada en programas de VIH, ofrece una solución rápida y precisa, obteniendo resultados también en 15 minutos y mediante una punción digital. Con una sensibilidad del 100% y una especificidad del 99.9%, asegura una detección confiable y accesible, sin necesidad de asistencia externa, según detallan. Al igual que el otro test, cuenta con el dispositivo de prueba, solución, tampón, gotero, lanceta de seguridad, almohadillas con alcohol, apósito e instrucciones detalladas.
Ante esta realidad, los expertos destacan la importancia de esta herramienta en la lucha contra el VIH, ya que su fácil acceso puede ayudar a reducir la cantidad de casos no diagnosticados y, en consecuencia, disminuir la transmisión del virus. Este tipo de test ha mostrado resultados positivos en otros países donde ya se ha implementado, mejorando la disponibilidad de pruebas de diagnóstico.
Cómo leer los resultados del primer autotest de HIV
¿El resultado negativo es seguro? Si la prueba no detectó anticuerpos contra el VIH-1 ni al VIH-2, y si en los tres meses previos al resultado no se han tenido prácticas de riesgo, significa que la persona no muestra signos de infección.
Sin embargo, se advierte que, si quien se hace el autotest “tuvo algún comportamiento de riesgo o si persiste la sospecha de infección por VIH” y el resultado es Negativo/No reactivo, es posible que se encuentre en una ventana inmune, y recomiendan volver a realizar el examen después de 6 semanas.
Por eso, vale aclarar que la prueba no sirve para detectar una posible infección por el VIH inmediatamente después de mantener una relación sexual de riesgo. Según el Ministerio de Salud de la Nación, el período ventana es el tiempo entre la infección y la aparición de anticuerpos detectables. Durante este período, la prueba puede resultar negativa, incluso si la persona está infectada.
El cuerpo humano generalmente tarda entre 2 y 8 semanas en desarrollar anticuerpos detectables, y casi todas las personas los tienen a los 3 meses de la práctica de riesgo. Durante el período ventana, la persona podría transmitir la infección, por lo que se recomienda extremar las medidas preventivas y usar preservativo en las relaciones sexuales. Para descartar la infección, se debe repetir la prueba de VIH pasados los tres meses.
Si el resultado es indeterminado, significa que la línea de control de la prueba no ha funcionado, por lo que no es posible interpretarla correctamente. En ese caso, la persona debe repetirse la prueba con otro kit o en un centro sanitario o comunitario, ya que no puede considerarse como negativa. Esto puede ocurrir por contaminación del test, mala manipulación o conservación del kit.
¿Qué significa un resultado positivo? Indica que se detectaron anticuerpos contra VIH-1 y VIH-2, y recomiendan la confirmación mediante pruebas de laboratorio específicas, y no significa necesariamente que la persona esté infectada por VIH. Por eso, es fundamental acudir a un centro de salud para realizar pruebas confirmatorias de laboratorio y, si es necesario, recibir asesoramiento médico sobre el estado de salud.
Las cifras del HIV en Argentina
La principal vía de transmisión del VIH en Argentina son las relaciones sexuales sin protección, que representan el 99% de los casos. En los varones cis, el 66% se infecta durante prácticas sexuales con otros varones, mientras que el 32% lo hace durante relaciones sexuales con mujeres.
La tasa de muertes por patologías asociadas al VIH ha mostrado un descenso significativo en la última década, ya que se situó en 2,8 por cada 100 mil habitantes en 2021.
El VIH en Argentina se concentra en ciertos grupos clave que presentan prevalencias mayores al promedio nacional. Entre estos, se destacan las mujeres trans, los varones que tienen sexo con otros varones y los trabajadores sexuales.
Además, según la cartera de salud, cada año se notifican en promedio 5.300 nuevos casos de VIH en el país. De estos, el 68.4% son varones cis (nacido como varón y que se identifica con ese género), con una mediana de edad de 32 años, mientras que las mujeres cis (nacidas con órganos sexuales femeninos que se identifican como tales) representan el 30,4% de los casos, con una mediana de edad de 35 años.