La aparente paz que se vivió estos últimos días en el municipio de Villanueva, Bolívar, fue solo un pañito de agua tibia ante los hechos violentos que se han vivido durante este año. Esta vez las víctimas fueron Benjamín Mendoza Cabeza, de 42 años, y Yunairis Mendoza Arias, su hija de 19.
La Policía de Bolívar informó que, a las 7:00 p.m. del pasado jueves 13 de junio, dos sujetos en moto llegaron al barrio Pozo Hondo y se ubicaron frente a la vivienda de Benjamín. Seguido, interceptaron al hombre, quien estaba sentado en la parte exterior de su vivienda y le dispararon.
En medio del ataque a bala resultó herida la hija del hombre, quien se encontraba sentada justo a su lado. Benjamín murió en el lugar de los hechos, mientras que la joven fue remitida a una clínica en Cartagena, donde permanece estable, según una fuente extraoficial. De los sicarios no hay rastro.
Las autoridades se encuentran investigando los móviles del crimen y buscan a los responsables. Sobre Benjamín se conoció que se ganaba la vida haciendo trabajos en casas como plomería, instalación y reparación de tuberías de agua, gas y aire. Así mismo, la Policía señaló que no tenía anotaciones judiciales.
Por otra parte, según reveló el diario El Universal, el nombre de Benjamín Mendoza Cabeza, supuestamente, apareció un panfleto amenazante que circuló meses atrás en el departamento de Bolívar. Sin embargo, esta versión no ha sido confirmada por la Policía, como tampoco confirmó la participación del occiso en hechos violentos.
Otros asesinatos
Desde el pasado 19 de mayo no se registraban asesinatos en esa población. Ese día sicarios mataron a Daniel Enrique Vásquez Pérez, de 25 años, y Andrés Felipe Pérez Galindo, de 24, en el barrio La Invasión. Daniel y Andrés departían en una vivienda cuando aparecieron sujetos en moto y les dispararon.
Unas horas antes del doble crimen, la víctima fatal de las balas fue Sergio Muñoz Puerta, de 30 años, en el barrio Miraflores, también bajo la modalidad de sicariato. En abril los sicariatos con víctimas mortales fueron dos: Carlos Barrera Martínez, de 29 años, y Alexander Meza Cera, de 30 años, también en Miraflores. Eses mes también hubo un ataque a bala en un estadero que dejó cuatro heridos que se salvaron de milagro.
La mala racha comenzó con el homicidio de Manuel Castellón, el pasado 29 de enero, en el barrio Nueva Jerusalén. Los sicarios lo sorprendieron mientras visitaba a sus padres. No descartan temas relacionados con el microtráfico, las causas de los asesinatos en el municipio.
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