Tras la renuncia de Joaquín Cottani, el principal candidato para reemplazarlo es el economista José Luis Daza, un ejecutivo de larga trayectoria en Wall Street donde compartió sus tareas con el ministro Luis Caputo en Deutsche Bank y JP Morgan. En este último destino fue jefe de Mercados Emergentes.
Además de economista es un hombre del mercado: fue uno de los fundadores en 2007 del fondo de inversión QFR Capital Management junto a Demián Reidel, el titular del consejo de asesores económicos del Presidente Javier Milei, junto a David Sekiguchi, Kristen Boyle y otros inversores.
Daza tiene 65 años y es chileno, aunque nació en Buenos Aires ya que su padre se desempeñaba como diplomático en la Argentina. Se graduó como economista en la Universidad de Chile y doctor en Economía de la Universidad de Georgetown, en Washington. En el ámbito público, fue representante del Banco Central de Chile en Asia, con base en Tokio. Su nombre sonó como candidato a ocupar el ministerio de Economía durante la campaña electoral de 2021 en caso de que hubiese ganado el candidato de ultraderecha José Antonio Kast, con quien mantiene vínculos políticos.
Vive actualmente en Nueva York, lo que según el ministerio de Economía demora su arribo al equipo de Caputo. Pero a la vez tiene cercanía con la Argentina, donde nació y pasó los primeros tres años de su vida. Siguiendo los rumbos de su familia, volvió dos años a Chile y luego vivió en Uruguay entre 1965 y 1974. “Esa época, en plena etapa escolar, fue también de un intenso intercambio con Argentina. Además en EE.UU., donde vive, y en Buenos Aires, Daza ha forjado un grupo de amigos argentinos”, señala La Tercera.
El diario chileno mencionó los contactos entre Daza y el equipo económico argentino “que se han intensificado en los últimos meses”, algo que ya había trascendido a ambos lados de los Andes aunque sin precisiones acerca de qué lugar ocuparía en el Palacio de Hacienda, si el de asesor o a cargo de alguna secretaría. Agregó que asumir un cargo de relevancia en el gobierno argentino, tal como todo indica que ocurrirá, lo obligaría a “renunciar a posiciones como su actual sillón en el directorio de Moneda S.A. Administradora General de Fondos, al cual se reincorporó en 2020. En cambio, la figura de una asesoría, sea esta formal o informal, no lo obligaría a ello”.
Estas son las opiniones que había dado el candidato a ocupar el cargo de viceministro de Economía en una entrevista que le dio a Infobae en enero pasado:
- “Pueden no gustarte las ideas de Milei pero es obvio que ha leído bastante. Quiere apertura de la economía al comercio internacional y eliminar barreras a la competencia interna que protegen a unos afortunados que se enriquecen a costa del resto de la población”.
- “La economía argentina era como un avión en caída libre a punto de estrellarse y explotar en una bola hiperinflacionaria. Banco Central quebrado, Tesoro quebrado y pagos de deuda eminentes. Tomaron muchas medidas ad hoc para cerrar el grifo monetario y tratar de evitar la explosión inflacionaria y default. Por el momento lograron estabilizarla y evitar la explosión hiperinflacionaria. El equipo económico entiende que estas medidas no son suficientes, sostenibles ni deseables en el largo plazo”.
- “La personalidad y habilidades comunicacionales de Milei jugaron un rol clave en este cambio. Necesitabas a alguien histriónico, que llamara la atención, con desprecio por las formas para ir de choque contra la incrustada cultura estatista y proteccionista del establishment. Un señor de buenos modales, apelando a la razón jamás lo habría logrado. El estilo comunicacional de Milei lo ha convertido en un ícono internacional”.
- “Si Javier Milei logra implementar la mayor parte de su programa y si sus ideas agarran raíz, Argentina será la excepción. Será el país más dinámico y próspero de la región. Lo más importante es que si tiene éxito impactará intelectualmente a todo el continente. Otros seguirán su camino”.
- “No sé lo que piensa Milei. Imagino que en su mente mantiene la opción de dolarizar. Pero para hacer que la dolarización sea viable y duradera, el Gobierno tiene que hacer cosas que si las consigue, la dolarización ya no será necesaria. Se necesita superávit sustentable y flexibilización de todos los mercados y contratos.