La crisis de identidad que atraviesa al radicalismo desde la derrota electoral se convirtió en una profunda grieta que coloca a los anti Milei de un lado y los que creen que deben colaborar con el Gobierno por el otro. Desde el día que Martín Lousteau asumió frente al Comité Nacional de la UCR supo que los gobernadores, con excepción de Maximiliano Pullaro, enfrentarían su liderazgo desde el Congreso. El momento cúlmine llegó con la votación de la Ley Bases, donde el economista quedó expuesto como el único correligionario que votó en contra del proyecto oficialista. Más allá de las críticas, entre los mandatarios provinciales, según pudo reconstruir Infobae, florecen otras preocupaciones más urgentes: la necesidad de fondos y el miedo sobre lo que pueda pasar en Diputados con el Impuesto a las Ganancias. A eso se le suma la necesidad de consolidar una estrategia que les permita hacer pie el año que viene en las elecciones legislativas.
“¿A quién representa Martín Lousteau?”, cuestionan los gobernadores más críticos al presidente de la UCR. Esa pregunta la respondió el propio Lousteau durante una entrevista que brindó a Radio con Vos: “Soy presidente del Comité Nacional y la mayoría está en contra de la ley. La Convención Nacional, que preside Gastón Manes, está en contra. Hay un montón de radicales que no son diputados ni senadores. No hay un solo radicalismo”.
Entre los dirigentes de Evolución analizan el rol que cumplió Lousteau en el Senado como positivo en términos de mostrar trabajo y dedicación, por ejemplo, en su propio dictamen que, según observan, obligó al Gobierno a negociar. Hablan de su figura con orgullo e identificación, incluso a pesar del impacto negativo que reflejan algunas encuestas. Hay preocupación por la dificultad que encuentran en poder representar el sector de la sociedad que no tolera las políticas de La Libertad Avanza. Pero no dudan en que sea el camino correcto. De hecho, cuentan con el claro ejemplo de Rodrigo de Loredo, quien se mostró más cercano al oficialismo bajo la excusa de “darle herramientas al Gobierno” y, así y todo, no logró unificar la votación de su bloque. También tiene grandes resistencias dentro de las estructuras del partido centenario y en el propio electorado cordobés.
“Hay que saber leer a la sociedad”, analizó en diálogo con este medio uno de los gobernadores radicales. Es el sector que sigue creyendo que hay que estar en la vereda de enfrente del kirchnerismo y analizan, además, que a partir de ahora “habrá una polarización basada en estar a favor de las reformas o en contra de las reformas de Milei”. Entre los mandatarios provinciales hay un fuerte temor por el futuro del Impuesto a las Ganancias en la Cámara de Diputados, que no logró pasar por Senado. Las provincias están urgidas de fondos para su propia gestión y, además, advierten: “Es mentira que lo peor ya pasó, ahora se viene el verdadero ajuste”.
Los gobernadores evitan hablar de la elección legislativa del próximo año. Tienen otras urgencias para resolver en lo inmediato. Sin embargo, el temor por la construcción de La Libertad Avanza -con Karina Milei a la cabeza- en distintas provincias preocupa a la UCR en su conjunto. Ninguno de los correligionarios ve la luz al final del túnel. El análisis pesimista es unánime. “Si la elección se hace hoy salimos cuartos”, se suele escuchar entre bromas y lamento. Sólo en el Senado se ponen en juego 4 bancas y 25 en Diputados. Dirigentes como Lousteau, De Loredo, Julio Cobos, Facundo Manes y Martín Tetaz podrían quedar afuera del Congreso si el partido centenario no logra hacer pie en la estrategia electoral.
Las disputas territoriales que se vienen en la UCR
Si bien Lousteau fue el radical que acaparó todos las miradas en el Senado, Maximiliano Abad también supo llamar la atención cuando mantuvo en secreto su voto a la Ley Bases. Si bien votó a favor del proyecto en general, en particular se opuso a la delegación de poderes al Poder Ejecutivo y evocó la historia de la UCR con los anteriores presidentes. Según detallaron desde su entorno a Infobae, el dirigente marplatense busca alejarse de los extremos que hoy atraviesan al espacio.
De buen vínculo con Lousteau, pero no aliado, Abad busca hacer pie en sus primeras sesiones como senador nacional. Viene de presidir el bloque de Juntos en la Legislatura bonaerense y de liderar- durante dos mandatos consecutivos- el Comité Provincia. Este año -se estima que en octubre- deberá resolver su sucesión al frente del partido. Entre los nombres más fuertes que suenan está el del intendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, Érica Revilla, Fabio Quetglas, Karina Banfi y Alejandra Lorden. Pero tanto el sector de Evolución – con Pablo Domenichini a la cabeza -como el de Manes no quieren dejar la pelea por perdida, reconocen la fortaleza de Abad pero apuestan a consensuar un nombre y lugares de poder que reflejen la unidad en la integración del plenario.
Pero el territorio más caliente en términos de interna es Corrientes. Además de la renovación de las autoridades del Comité, la provincia elije gobernador el próximo año y Gustavo Valdés – uno de los líderes del grupo Causa Federal (ex Malbec) – no puede reelegir. Con un liderazgo personalista, el correntino fue reelecto en con más del 76% de los votos y fue uno de los pocos que le puedo garantizar el triunfo en las PASO del año pasado a Juntos por el Cambio.
Enfrentado a su antecesor Ricardo Colombi, Valdés busca quedarse con la presidencia del Comité local e imponer un candidato para la pelea del año próximo, donde suena fuerte su hermano Juan Pablo Valdés. Pero con la embestida de La Libertad Avanza y las internas en el frente ECO+Vamos Corrientes, donde crecen los rumores de ruptura, el actual gobernador enfrenta un proceso electoral que poner en peligro su hegemonía provincial.