La Cámara de Universidades de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) ha expresado su visión en relación con la reforma educativa que se discute actualmente en el Congreso de la República. En su pronunciamiento, la entidad instó a legisladores y al Gobierno a mantener un diálogo de alto nivel y centrado en el horizonte educativo del país. La reforma, según indicó la Cámara, debe ser abordada de manera inmediata debido a la importancia de un sistema educativo sólido y alineado con las tendencias internacionales para el desarrollo económico y social sostenible.
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De hecho, para la Cámara de Universidades de la Andi, una educación transformadora debe basarse en cuatro aspectos esenciales: educación para el futuro, calidad y pertinencia, un sistema mixto de oferta educativa, y autonomía universitaria. La entidad manifestó que estos pilares son la base para “lograr un desarrollo económico y social sostenible que se traduzca en una mejor calidad de vida y más oportunidades para las generaciones jóvenes”.
Educación para el futuro
La Cámara de Universidades de Andi subrayó la necesidad de una educación flexible que permita adaptarse a las transformaciones sociales y productivas. Según la entidad, se espera que el futuro traiga consigo la creación de nuevos emprendimientos, innovaciones, y empleos; por lo tanto, el modelo educativo debe facilitar el desarrollo de proyectos de vida de los jóvenes. La entidad manifestó que “el sistema educativo es el medio para que la juventud logre desarrollar sus proyectos de vida”.
Calidad y pertinencia
Para lograr una educación de futuro, la Andi resaltó que es crucial que el sistema educativo contemple aspectos como la innovación y la transformación tecnológica y digital, especialmente en la era de la inteligencia artificial. Según la Cámara, “el aumento en la cobertura educativa no es suficiente; se debe avanzar en calidad y establecer criterios que permitan medirla en estudiantes, docentes e instituciones educativas”.
Sistema mixto
La necesidad de conservar una oferta educativa mixta, tanto pública como privada, también fue enfatizada por la Cámara. De acuerdo con los datos de la Andi, en Colombia, más del 40% de la matrícula en educación superior corresponde a instituciones privadas, lo cual, según la entidad, contribuye significativamente a la cobertura y calidad educativa del país. “En prácticamente todos los países del mundo, el carácter complementario de la oferta oficial y privada es fundamental”, señala la Cámara.
Autonomía universitaria
Otro aspecto crucial para la Andi es la autonomía universitaria. La entidad defendió que cada institución educativa debe tener la libertad de definir su propio sistema de gobernanza, de acuerdo con sus estatutos y objetivos. En este sentido, la autonomía permite “espacios donde se investigue, se enseñe y se aprenda libremente”, según indicaron.
Añaden que “También debe preservarse en la definición de los contenidos académicos, la orientación de los programas y las prioridades en investigación”. Además, resaltan que “pretender que la democracia directa sea el único modelo democrático es desconocer la representatividad, reconocida constitucionalmente”.
Finalmente, la Cámara indicó que tanto legisladores como el Gobierno deben comprometerse en un diálogo constructivo y de alto nivel, siempre apuntando al beneficio colectivo y el progreso social. Para la entidad, la educación es uno de los pilares fundamentales no solo para el sector empresarial, sino para el desarrollo integral de la sociedad colombiana.
En medio de la ocurrencia del Foro ala Salud, la Andi también destacó la importancia de asegurar una infraestructura adecuada para el sistema educativo, mencionando que “una infraestructura de calidad es esencial para garantizar el acceso y la equidad en la educación”. La entidad aboga por una inversión significativa en este ámbito como parte integral de la reforma propuesta.
El pronunciamiento concluye destacando que hace años tanto la Cámara como el sector empresarial han considerado a la educación como uno de sus pilares fundamentales. Esta convicción fue precisamente la que dio origen a la creación de la Cámara de Universidades, que agrupa algunas de las instituciones educativas más influyentes del país.
