La Fiscalía General de Tailandia ha anunciado este martes la imputación del ex primer ministro Thaksin Shinawatra por insultar a la monarquía y violar la ley de lesa majestad, una normativa que ha generado numerosas protestas en el país asiático durante los últimos años.
Además, se le ha imputado un delito relacionado con la Ley Informática por haber introducido supuestamente información sensible en un sistema digital considerado una “amenaza” para la seguridad nacional, ha informado un portavoz de la Fiscalía.
El Tribunal Penal del país ha puesto en libertad bajo fianza de 500.000 bahts (unos 13.000 euros) a Thaksin por creer que no se dará a la fuga, no manipulará pruebas, no cometerá acciones peligrosas ni obstruirá las actuaciones de la corte, si bien le ha ordenado entregar su pasaporte, por lo que no podrá salir del país a menos que las autoridades así lo ordenen, según ha publicado el diario tailandés ‘Bangkok Post’.
Esta decisión ha sido tomada por las palabras vertidas por Thaksin durante una entrevista dada en 2015 en Corea del Sur, donde habría difamado a la Casa Real tailandesa al señalar que algunos consejeros reales habrían estado involucrados en el golpe de Estado de 2014 contra el Gobierno de su hermana pequeña, Yingluck Shinawatra.
Las fuerzas de seguridad han alegado que los comentarios realizados durante dicha entrevista con el diario ‘Chosun Ilbo’ suponen una violación del artículo 112 del Código Penal tailandés, lo que podría acarrear penas de entre tres y quince años de prisión.
Thaksin, que aún goza de una fuerte popularidad entre la población tailandesa, fue arropado por sus seguidores a su regreso al país en marzo de 2024. El exmandatario fue puesto en libertad en febrero tras ser considerado apto debido a su estado de salud y avanzada edad, y deberá comparecer ante el Tribunal el próximo 18 de junio a las 9.00 (hora local).
El político tailandés había estado hospitalizado desde que regresó al país tras quince años de exilio y ya había cumplido más de un tercio de la condena reducida –120 días–. Además, el rey Maha Vajiralongkorn de Tailandia le había otorgado el indulto parcial y había reducido su condena en un claro gesto hacia la que es una de las figuras más relevantes de la historia reciente del país.
El antiguo primer ministro fue expulsado del poder en 2006 por los militares y escapó del país dos años más tarde, tras ser acusado de corrupción. Su vuelta habría llegado tras una especie de pacto con la élite militar, que sigue gozando de un amplio poder en el país asiático.