La jubilación anticipada permite a los trabajadores acceder a su pensión antes de la edad legal de retiro. Actualmente, la edad de jubilación en España es de 65 años para aquellos con más de 38 años y medio cotizados y de 66,6 años para quienes no alcanzan dicho período de cotización, mientras que para optar por la jubilación anticipada, se requieren 63 años de edad con al menos 38 años cotizados o 64 años y 6 meses con menos de 38 años cotizados.
Acceder al anticipo implica descuentos mensuales en la pensión, que buscan equilibrar el adelanto del retiro respecto a la edad oficial. Estas penalizaciones pueden variar entre el 2.81% y el 21%. Por ejemplo, una persona que ha cotizado 38 años y 6 meses y se jubila 24 meses antes, verá reducida su pensión en un 21%. Si se jubila 12 meses antes, el descuento sería del 5,5%.
Jubilación anticipada para personas con discapacidad del 45%
Como se especifica en la página web de la Seguridad Social, “La edad ordinaria exigida en cada momento podrá reducirse en el caso de trabajadores con un grado de discapacidad igual o superior al 45 por ciento, siempre que se trate de discapacidades reglamentariamente determinadas en las que concurran evidencias que determinan de forma generalizada y apreciable una reducción de la esperanza de vida de esas personas.”. Es decir, que las personas con una discapacidad del 45% o superior y que cuenten con una rebaja en la esperanza de vida pueden acceder a la jubilación anticipada.
Desde el 1 de junio de 2023, los trabajadores con una discapacidad igual o superior al 45% pueden acceder a la jubilación anticipada en España, cuando se cumplan unos requisitos específicos. La medida responde a una demanda histórica del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI).
Requisitos para hacerlo
Para acceder a la jubilación anticipada, los trabajadores deben presentar un informe médico que establezca la fecha de inicio de la discapacidad y un certificado que certifique que la discapacidad ha sido del 45% o mayor durante al menos cinco años. Esta modificación reduce significativamente el periodo de cotización previo, que era de 15 años, ampliando el acceso a un mayor número de personas.
La documentación debe ser entregada al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) o al organismo pertinente. Anteriormente, se exigía también un informe del IMSERSO o de la comunidad autónoma, pero este requisito ha sido eliminado para simplificar el trámite.
Además, se deberá estar en situación de alta y durante su vida laboral, los trabajadores deben haber cumplido con el período mínimo de cotización necesario para acceder a la pensión de jubilación, habiendo estado afectados por alguna de las patologías que generan discapacidad y que recoge la normativa.
La normativa establece que la edad mínima para acceder a la jubilación anticipada es de 56 años para aquellos con una discapacidad del 45%, mientras que para personas con una discapacidad del 65%, la edad puede reducirse aún más, hasta un mínimo de 52 años, dependiendo del tipo de trabajo y el grado de discapacidad.