El presidente de Taiwán, William Lai, afirmó este miércoles, durante una rueda de prensa con motivo de su primer mes en el cargo, que su país se mantendrá firme ante las presiones y hostilidades del régimen de China.
“Además de la fuerza militar, (el gobierno chino) ha empleado cada vez más métodos no tradicionales de coerción para intentar someter a Taiwán”, declaró Lai.
“Sin embargo, Taiwán no cederá a la presión. El pueblo de Taiwán defenderá decididamente su soberanía nacional y mantendrá su modo de vida democrático y libre”, agregó.
En los últimos años, el régimen de China ha aumentado la presión militar y diplomática sobre el gobierno en Taipéi, incluyendo maniobras militares cerca de la isla tres días después de que Lai asumiera el poder.
Beijing ha descrito estos ejercicios militares como una “represalia” al discurso de investidura de Lai, al cual tildaron de “declaración independentista de Taiwán”.
China ve a Taiwán como una extensión de su propio territorio y no ha descartado la posibilidad de usar la fuerza para someterla bajo su control.
El ministro de Defensa de Taiwán, Wellington Koo, aseguró este lunes que la isla “nunca ha buscado una guerra” con China, cuyas autoridades se comportan, en su opinión, como los verdaderos “alborotadores” de la región.
En declaraciones previas a una comparecencia parlamentaria, Koo recalcó que el objetivo del nuevo presidente taiwanés, William Lai, consiste en crear “múltiples capas de disuasión” para evitar un conflicto armado con China.
“Nuestra intención es establecer múltiples capas de disuasión con una lógica de guerra asimétrica, y fortalecer permanentemente nuestras capacidades de autodefensa”, aseveró el ministro, agregando que esta estrategia permitirá “debilitar” la capacidad de invasión de China.
El también ex secretario general del Consejo de Seguridad Nacional recalcó que la “continua expansión militar” del Partido Comunista chino (PCCh) y sus “constantes intentos de cambiar el statu quo” en el Estrecho de Taiwán convierten al gigante asiático en el auténtico “alborotador” de la zona.
“Taiwán nunca ha buscado la guerra. Está muy clara nuestra estrategia: operar a la defensiva y emplear múltiples capas de disuasión”, señaló Koo.
Adelantó que Taiwán recibirá 1.700 misiles antitanque TOW 2B y otros 100 sistemas de lanzamiento de misiles que compró a Estados Unidos antes de final de año.
La entrega de este material, cuyo valor asciende a unos 364 millones de dólares, estaba prevista para 2022, pero se retrasó debido a que las armas no pasaron las pruebas del Ejército estadounidense.
Los misiles TOW 2B y los sistemas de lanzamiento constituían uno de los tres principales paquetes de armas que Taiwán había comprado a Estados Unidos y que sufrieron demoras en los últimos años, junto con 66 cazas F-16V y un conjunto de misiles aire-tierra AGM-154.
El mandatario William Lai agradeció a Washington por el apoyo y reiteró la necesidad de desarrollar “resiliencia” en la estrategia taiwanesa de defensa.
“El pueblo de Taiwán ama la paz y es amable con otros, pero la paz debe estar respaldada por la fuerza. Alcanzar la paz mediante la preparación es la manera de evitar el conflicto”, afirmó el gobernante.
(Con información de AFP y EFE)